La intención de instalar cámaras de video a bordo de los buques pesqueros viene siendo barajada desde la época en la que Norberto Yahuar comandaba la Subsecretaría de Pesca de la Nación, allá por el año 2011.
En este período hubo marchas y contramarchas debido a la complejidad que supone poner el sistema en funcionamiento, registrar las maniobras realizadas fundamentalmente en cubierta y luego procesar todo ese cumulo de datos.
Sin embargo, las actuales autoridades muestran voluntad para avanzar hacia un esquema de control apoyado en imágenes. Desde el Ministerio de Agroindustria informaron hoy que son más de veinte los barcos locales que cuentan con cámaras.
“Se trata de una red inalámbrica de alta velocidad y un servidor instalados en veintitrés buques pesqueros que operan en el puerto de Mar del Plata (…) Es un sistema que recibe y almacena videos”, explicaron desde la cartera mediante un comunicado.
La red incluye cuatro nodos receptores que dan cobertura a toda la dársena de ingreso, para confluir y descargar a través de una torre principal en la oficina de control de la Subsecretaría de Pesca, ubicada dentro de la delegación.
Una de ellas toma el izado de las redes y la otra permite analizar en detalle la captura de manera georreferencial. En el caso de los buques factoría, una tercera cámara registra el procesamiento del producto.
“Este nuevo sistema permitirá establecer un vínculo espacio-temporal entre el buque, las posiciones y su actividad. Se trata de una herramienta más para garantizar la sustentabilidad de los recursos y reafirmar el compromiso para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, analizan desde el área que conduce Tomás Gerpe.
El proyecto está siendo financiado con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “El objetivo macro es abarcar a todos los buques, después tenemos que ver la cuestión presupuestaria”, había analizado el funcionario en diálogo con Pescare.com.ar meses atrás.
Para 2017 la idea es alcanzar a cubrir cuarenta embarcaciones. Más allá del número, la clave será el impacto que traerá la aplicación de esta tecnología: “Se nos pide que actualicemos la normativa; bueno, para hacerlo tenemos que saber qué pasa en el agua”, anticipó Gerpe.
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