El cuadro clínico de Vilma Baragiola, no ha logrado salir de sus complicaciones y su tratamiento médico se prolonga, debiéndose intensificar el mismo, ante la falta de respuestas orgánicas positivas. Precisamente la prescripción médica, indica que debe mantener compensado el funcionamiento de su aparato digestivo, alejándose el tiempo que sea necesario de las alteraciones, que producen las tensiones propias de la presidencia del Concejo Deliberante. En este caso agravada por la situación, que es de público conocimiento, como la Comisión Investigadora que trabajan en una dictamen sobre lo sucedido con la cámara oculta y los videos editados en el Sindicato de Choferes Camioneros.La recuperación de Vilma Baragiola, ya no sólo depende de su voluntad, sino también del acierto del tratamiento médico, para lo cual la paciente debe prestar extrema colaboración. Baragiola ganadora de los últimos comicios, sigue encabezando la intención de voto entre los marplatenses, pese al episodio vivido. Pero Vilma se encuentra en una encrucijada que envuelve a su bloque, a la UCR y al funcionamiento del Concejo Deliberante, que se está desenvolviendo de manera irregular, por ejemplo, no respetando como presidente al ganador de las últimas elecciones.Las complicaciones de salud que han surgido, si bien (en principio) no revisten un cuadro de gravedad, vuelven imperiosa la necesidad de resolver el cuadro ante la posibilidad que su dolencia se vuelva crónica y tenga que pagar un alto precio, por no ajustarse estrictamente a las indicaciones de sus médicos. Priorizando las cuestiones humanitarias, los tiempos se aceleran y también requieren de decisiones políticas, íntimamente atadas al mal trance de quien logró con claridad captar la mayoría del voto ciudadano en octubre pasado.
