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La Posada del Inti; otro organismo defaulteado por la improductiva “Ola Naranja”

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La palabra que está de moda en el país por estas horas, es Default. Es un término que se utiliza en el mundo de las finanzas pero se podría aplicar tranquilamente a la situación del Centro de Asistencia y Prevención: La Posada del Inti, que atiende a unas 120 personas en rehabilitación.

Como todo organismo provincial, y eso también está de moda, no se cumplió con el pago correspondiente para su sostén, y hoy la cifra que se adeuda es cercana a los 860 mil pesos. Ya que la última cuota paga data de enero pasado. Funcionarios provinciales que se comprometieron a pagar en tiempo y forma, no cumplieron con el acuerdo como lo vienen haciendo con una docena de escuelas marplatenses, hospitales provinciales, entre otras organizaciones.

El ministro de Salud Alejandro Collia, se comunicó hace horas con el Directivo de La Posada del Inti, el Dr. Fabián Messina, y le aseguró que en los próximos días aportará las deudas de febrero y marzo. De esa manera podrán abonar no solo sueldos atrasados sino diferentes servicios.

Vale recordar que justamente Collia, fue el mismo que prometió una ayuda económica de 100 millones de pesos para lo que queda del Hospital Interzonal “Oscar Alende”. Pero por ahora sus palabras flotan en el anodino mundo proveniente de la Ola Naranja.

No obstante el Centro de Rehabilitación, cuenta con 42 profesionales y ellos también deben cobrar. Psicólogos, personal administrativo, psiquiatras, entre otros. Ellos hacen lo imposible para ayudar de alguna manera a jóvenes con adicciones, tratamientos para esposas y familiares de los pacientes.

En las últimas horas Messina afirmó que “la situación económica es crítica, estamos a punto que nos inhiban las cuentas”. Y agregó que “los últimos dos años fueron caóticos en cuanto a los pagos”.

El ministro de Salud una vez más se comprometió a saldar, en este caso, una pequeña parte de la deuda. Sería interesante que cumpla con su palabra y envíe el dinero correspondiente dejando atrás el papelón del HIGA, donde médicos, pacientes, administrativos y familiares de fallecidos, todo el tiempo lo recuerdan con cariño.

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