Ciudad, Información General

La Juventud Marplatense es el sector más postergado del mercado laboral local.

Esto se debe a las escasas posibilidades de ingreso al trabajo formal y la falta de control sobre el informal.

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, el segmento poblacional de los jóvenes es el que tiene la tasa de desocupación más alta y, además, el sector en el que menos mejoró la situación laboral desde el inicio de la reactivación económica.

Para Emiliano Mensor, de la Juventud Radical Modeso: “La posibilidad de conseguir un trabajo estable se inicia cuando el joven desea independizarse de sus padres o cuando desean iniciar su camino laboral estable, sin embargo, la sociedad tiene una oferta laboral poco diversa, que condiciona estas aspiraciones personales, reflejando grados de certidumbre e inseguridad”

La problemática  que afrontan el segmento laboral jóven no son sólo para acceder a un empleo, sino también para poder permanecer en el puesto, lo que indica que existe un acceso a puestos de baja calidad, o de estabilidad temporal.

Los datos revelan que más del 75% de los jóvenes desocupados tuvieron ya alguna experiencia laboral, en tanto que sólo un 23% busca un empleo por primera vez.

Es difícil pensar en una Mar del Plata Universitaria, si sabemos que nuestros estudiantes cuando egresan no tienen ninguna capacidad de lograr una salida laboral ni siquiera una pasantía rentada para poner en práctica sus conocimientos.

Mensor apuntó a que el trabajo sigue siendo central en la organización de la vida cotidiana, por eso es primordial, que desde el Gobierno Municipal puedan ejecutarse sin perder un minuto más, políticas de incentivo empresariales, para impulsar la mano de obra calificada marplatense, y orientar desde la Secretaria de Desarrollo Productivo, las carreras que mas demanda tienen por parte de la industria local y zonal, este trabajo debe ser la punta de lanza para que entre todos, dentro del consenso y el dialogo podamos construir una ciudad con mayores oportunidades para nuestros jóvenes sentenció Mensor.

Son necesarias ciertas “adquisiciones” y responsabilidades para el logro del proceso de inserción en la sociedad de los adultos: la independencia económica, la administración de los recursos para el propio mantenimiento, la autonomía personal y la constitución de un hogar propio, entre otros actores.

En relación a este concepto, consideramos que las críticas condiciones socioeconómicas de la actualidad sitúan a la juventud en una posición social de marginación y precariedad crecientes, “de resultados cada vez más preocupantes e insospechados.” En una primera etapa, la investigación se centró en los jóvenes en contexto de vulnerabilidad que fueron capacitados por el Estado a través de los programas sociales implementados para paliar esta crisis laboral.

Desde el punto de vista de los jóvenes marplatenses la capacitación que reciben por parte del Estado no tienen en cuenta sus conocimientos previos, ya que se ofrecen talleres sin posibilidades de elección que no coinciden con sus trayectorias laborales, su estructura económica o su contexto de vulnerabilidad”, lamentablemente esta respuesta del Estado es un paliativo o un disfraz de la realidad finalizó Mensor.

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