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La Iglesia reúne a las tres CGT y a las dos CTA en Mar del Plata

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El pronóstico extendido de Mar del Plata anticipa para este fin de semana buen tiempo, bastante soleado, sin lluvias, aunque también se registrarán por las noches picos de mucho frío. A ese escenario llegan a medir la temperatura de la propia interna sindical representantes de las cinco centrales, que entre hoy y hasta el domingo participarán del encuentro organizado por la comisión episcopal de Pastoral Social para debatir sobre las distintas cuestiones sociales que a diario plantea como prioridades el papa Francisco.

La mesa de la Iglesia está servida entonces para que la dupla Moyano-Barrionuevo confraternice con Caló, y quizás también haya ambiente para que Miceli y Yasky vuelvan a charlar como en los buenos viejos tiempos, cuando la CTA todavía no se había desgarrado entre kirchneristas y opositores al Gobierno.

En verdad ninguno de los involucrados cree seriamente en que esta Semana Social versión 2014 alumbre la tan declamada unidad sindical; pero hoy, por distintas razones, a todos los sectores les conviene dar la imagen, aunque más no sea una foto, de que las organizaciones sindicales pueden juntarse en cualquier momento.

Esto es, mostrar la capacidad de convertirse rápidamente en un escudo contra posibles agresiones externas (léase regulaciones contra sindicatos u obras sociales, por ejemplo) o para exigirle al Gobierno que deje de ningunear los reclamos de la corporación sindical, como modificar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, entre otros.

“El Papa no reclama que nos unamos ya, porque sabe que aún no están dadas las condiciones. Pero sí nos pide que los distintos sectores retomemos la senda del diálogo hasta que la unidad llegue a su punto de maduración“, dijo a Infobae el constructor Gerardo Martínez, una de las figuras fuertes de la CGT oficialista; hoy metido en la tarea de organizar una cumbre sindical de carácter internacional contra el comportamiento de los fondos buitre, que se realizaría en Buenos Aires o en la Gran Manzana.

“Podría hacerse en septiembre, para cuando Cristina viaje a Nueva York con motivo de la reunión plenaria de Naciones Unidas”, piensa en voz alta el jefe de la Uocra.

Abierta a oficialistas, independientes y opositores, la reunión de Mar del Plata ofrece las mejores condiciones para asegurar la presencia unánime de las familias del sindicalismo peronista, que por principios difícilmente desconsideren alguna vez un convite de los obispos. Los dirigentes gremiales se sienten locales en ámbitos que controlan los hombres de sotana.

Habrá entonces las suficientes caras famosas (empezando por Scioli, Capitanich y De la Sota, entre otros representantes del campo político) como para convertir el Hotel Intersur 13 de Julio en una vidriera de alta exposición. Cada cual podrá decir lo suyo sobre temas espinosos como familia, niñez, ancianidad; pobreza y desarrollo integral; participación y fortalecimiento comunitarios; y adicciones y exclusión en los jóvenes.

“La idea es pensar entre todos, respetando las legítimas diferencias que existen y detectando aquellos puntos fundamentales que nos pueden mantener más unidos y seguir luchando para el bien común de todo un pueblo”, adelantó el secretario ejecutivo de la Pastoral Social, Adalberto Odstricil, uno de los sacerdotes que junto a los monseñores Antonio Marino y Alberto Casaretto se encargó de llevar personalmente las invitaciones a los participantes.

Sindicalistas del palo K van con una idea más: instalar como tema adicional la agresión que supone el fallo del juez Griesa, obligándole a pagar a la Argentina unos 1.300 millones de dólares a los tenedores de papeles de la deuda externa que no entraron en el canje.

Hablarán por este sector Caló y Lingeri. De la CGT opositora, lo harán Luis Barrionuevo y Facundo Moyano, según el programa.

“Nos parece bien que el país honre la deuda con sus acreedores. Pero también queremos plantear el tema de la deuda interna que hay con los trabajadores, que también nos sentimos extorsionados por un Gobierno que te trata como si fueras el último orejón del tarro”, dijo a este medio un vocero que integra la primera línea del moyanismo, agitando el parche de los estragos que hace el impuesto de Ganancias sobre los salarios que sobrepasan los 15 mil pesos brutos mensuales.

Ese en realidad iba a ser el espíritu de una solicitada contra los fondos buitres que Moyano prometió sacar y que finalmente mandó a parar para no entorpecer la marcha de la negociación salarial de los camioneros, que venía muy complicada; pero que ayer se cerró en un 33 por ciento en tres tramos, más un bono anual de tres a cuatro mil pesos.

Según estimaciones oficiales, que no son precisamente un canto a la credibilidad, en agosto del año pasado, sólo un 10 por ciento de los trabajadores en relación de dependencia era alcanzado por este tributo. Pero entre entonces y hoy, la inflación no paró nunca, se devaluó la moneda y las recientes paritarias determinaron que los salarios crecieran entre un 25 y un 30 por ciento promedio. Total: muchos más trabajadores, computados los aumentos, son alcanzados hoy por Ganancias.

Habrá que creer que Moyano hizo bien las cuentas al firmar por lo que firmó para su gremio. Mientras, crece el número de trabajadores que se resisten a hacer horas extras para no tener que pagar con creces en una ventanilla del Estado lo que acaba de recibir en otra. Y encima trabajando más. “Te muerden aguinaldos enteros”, dice un sindicalista al comparar Ganancias con las prácticas dentales del jugador uruguayo Luis Suárez, expulsado del Mundial.

Hay, sí, un nuevo tema que complica a Moyano y no pasa por tener que asistir a la misa del domingo en Mar del Plata, siendo él de creencia evangelista. Se trata de la carrera en la que se ha metido para ser presidente de Independiente. El jefe de la CGT opositora mandó a hacer una encuesta entre hinchas del equipo de Avellaneda y el resultado le dejó una mueca de preocupación: parece que su principal rival serán los votos en blanco, a los que interpreta como una clara muestra de repudio de los socios del Rojo hacia los candidatos en danza, él incluido.

Infobae

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