Ciudad

La Iglesia local prepara la 36ª Marcha de la esperanza

Preparativos. Integrantes de la Diócesis peregrinaron a Luján en la antesala de la Marcha de la esperanza.
Preparativos. Integrantes de la Diócesis peregrinaron a Luján en la antesala de la Marcha de la esperanza.

Con una peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, la Diócesis local comenzó los preparativos para la 36ª Marcha de la esperanza que se realizará el próximo 5 de diciembre, uno de los máximos encuentros de la Iglesia marplatense que moviliza a miles de fieles año tras año. Este año el lema es Madre, a tu corazón confiamos la causa por la vida.

La cita este año es a las 16 y como siempre el punto de encuentro será la Gruta de Lourdes -Magallanes 4050-: desde allí, los fieles peregrinarán por distintas parroquias hasta llegar a la Catedral, donde el obispo celebrará la Santa Misa, oportunidad en que también dará comienzo al Año Diocesano de la Familia.

Con relación a este encuentro, la comisión organizadora que preside monseñor Armando Ledesma, vicario general de la Diócesis, ha puesto en funcionamiento distintas tareas previas. En primera instancia, por ejemplo, se ha convocado a los voluntarios de las distintas zonas pastorales para que se comprometan en el servicio a los miles de peregrinos de esta marcha.

También se ha distribuido la carta del obispo, en la que invita a todos los fieles católicos de Mar del Plata a sumarse en esta tradicional manifestación de fe en honor de la inmaculada Virgen María y en el comienzo del adviento, tiempo litúrgico caracterizado por la virtud de la esperanza. Además se distribuyen afiches y se procura que la invitación para participar en esta peregrinación llegue al mayor número de fieles.

La Marcha de la esperanza es la mayor expresión pública de religiosidad popular en nuestra ciudad. De la misma participan integrantes de las parroquias, movimientos, colegios católicos, y también personas que se suman para manifestar su fe, para rezar con la Virgen en el peregrinar o para agradecer y pedir por alguna intención especial.

En una carta, monseñor Juan Alberto Puiggari destacó que durante la Marcha se destacan tres signos: “el caminar, que nos recuerda nuestra condición de peregrinos hacia la casa del Padre en donde alcanzaremos la vida eterna; la oración, que a lo largo del camino tiene distintos matices; y la fraternidad: caminamos juntos, hacemos la experiencia de que vivir es convivir, alentándonos mutuamente”.

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