Ciudad, Información General

La Cámara de Diputados investiga la causa Hooft

En un momento de máxima tensión política pre electoral, ingresó a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados de la Nación, según publicó el diario La Nación en una nota que firma Laura Serra. En la misma se señala que la causa ha sido armada en 2006 para perjudicar al magistrado, en un caso que provocó un escándalo en los tribunales de Mar del Plata.

La siguiente es la reproducción textual de la publicación: “El caso del juez de Mar del Plata Pedro Hooft, suspendido en el ejercicio de sus funciones en marzo por supuesta participación en delitos de lesa humanidad en la última dictadura, llegó a la Cámara de Diputados. Ante la Comisión de Justicia, su abogado defensor Héctor Granillo Fernández, el ex fiscal Julio César Strassera y el ex ministro de la Corte Gustavo Bossert advirtieron que el magistrado es víctima de una “causa armada” en su contra por parte del kirchnerismo.

“Es muy grave lo que se denunció aquí en la Comisión de Justicia. Como diputados de la Nación, tenemos la obligación de presentar estos testimonios ante la Justicia”, indicó a LA NACION el presidente del cuerpo legislativo, Jorge Yoma.

El abogado defensor advirtió que la imputación es “grotesca”, ya que no hay pruebas en su contra. “No tenemos miedo al juicio, sino a las irregularidades. Desde marzo, Hooft está suspendido, percibe un 40% menos en sus ingresos y tiene su espíritu avasallado por esta situación de injusticia y arbitrariedad”, dijo Granillo Fernández.

Las acusaciones contra Hooft fueron presentadas en Mar del Plata, en 2006, por el fallecido Eduardo Luis Duhalde, entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, y por representantes de organismos de derechos humanos. Cuestionaron al magistrado por su supuesta falta de acción o incumplimiento de sus funciones en la tramitación de recursos de hábeas corpus presentados ante detenciones ilegales ocurridas durante el gobierno militar, en especial las que tuvieron como víctimas a abogados marplatenses en la Noche de las Corbatas.

El ex fiscal Strassera desestimó estas acusaciones. “Yo tuve a la vista casi todos los hábeas corpus del país y las causas penales más importantes. Sabía cuáles eran los jueces que hacían las cosas bien y cuáles no. Y pude ver que los expedientes a cargo del juez Hooft eran impecables”, enfatizó Strassera, quien calificó el juicio contra el magistrado marplatense como “una canallada”.

“Ésta es una causa armada contra un hombre de la Justicia”, enfatizó, por su parte, Bossert.

Ante la comisión brindó su testimonio Pedro Federico Hooft, hijo del magistrado y su abogado defensor. “Ya van seis jueces que entienden en la causa de mi padre; ninguno de los jueces anteriores formuló imputación alguna, pero nadie quiso cerrar la causa porque sabían que les significaba un suicidio político”, enfatizó el letrado.

A continuación, el hijo del juez relató un encuentro que tuvo con el ex fiscal federal de la causa Claudio Kashimoto. “Me dijo que la causa contra mi padre era «un gran verso» y que no entendía por qué la Procuración General lo había comprado. También me dijo que fue presionado por el fiscal de cámara para firmar el pedido a indagatoria del juez”, sostuvo Hooft hijo, quien presentó la denuncia ante la Justicia.

“Ello provocó un escándalo en los tribunales de Mar del Plata”, relató. En efecto, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, apartó a Kashimoto y nombró en su lugar a Carlos Adrián Martínez.

Tras escuchar los testimonios, la Comisión de Justicia -en la que sólo participaron diputados opositores- aprobó el pedido de informes que presentó Patricia Bullrich (Unión por Todos). “Se ha realizado un claro armado de una causa, banalizando lo ocurrido en la época de la dictadura y utilizando el poder del Estado para llevar a cabo una venganza contra el juez”, enfatizó Bullrich.

 

Un comentario

  1. Esta repugnante trampa que se pretende tenderle al juez más probo y honesto de Mar del Plata, se refleja, como en un espejo, en aquella pretensión kirchnerista de descalificar al cardenal Bergoglio (actual papa Francisco) que en su momento pergeñó Vervistsky.
    En el caso de Hooft, el Vervistsky local viene a ser un siniestro personaje de la “Justicia” local, el abogado César Sivo, cuyo perverso accionar todo el mundo conoce.
    Se siguen razgando las vestiduras por la no presentación de Hooft a las indagatorias de la “Justicia” Federal marplatense.
    ¿Y para qué se iba a presentar si, al estilo de los juicios stalinistas en la época de la Unión Soviética, Hooft sabía que ya tenían resuelto con antelación la determinación de culpabilidad y la condena a prisión perpetua, desestimando cualquier prueba en su favor?
    Es hora de escarmentar y apartar de la sociedad decente a esas lacras que con su ideología fundamentalista contaminan los Tribunales federales y provinciales, usando a los organismos del Estado para venganzas personales y exteriorización de un fanatismo patético.

Deja un comentario