(Capital Federal – Especial) Habrá un antes y un después de la muerte de Mariano Pereyra, en la vida política del país. El acto que acaba de culminar, fue una demostración del hastío y del hedor que provoca el vínculo del P.E.N. con el titular de la CGT y del Sindicato de los Camioneros.
Si Moyano montó un acto (el 15 de octubre) para demostrar su fortaleza en el Monumental de River, lo que acaba de ocurrir lo ha convertido en el acto más fallido de los Kirchner, que difícilmente vuelvan a sacarse una foto con él ni a compartir un palco.
Resultó tan impactante la marcha (que se realizó sin ningún tipo de incidentes) que cuando la cabeza de la columna llegó junto a la Pirámide de la Plaza de Mayo, los últimos manifestantes se ponían en marcha en Callao y Corrientes. Es decir 15 cuadras si contamos el trayecto de Diagonal Norte del Obelisco a la Plaza de Mayo. Debiéndose consignar además que la columna más numerosa de la CTA lo hizo sola por Avenida de Mayo para desembocar directamente en la Plaza. No sorprendería que alrededor de 80.000 personas hayan participado de la marcha.
“Cristina déjate de chamuyar …” coreaban los miles de jóvenes, que predominaban en la inmensa caravana, haciendo responsable del asesinato al gobierno que encabeza CFK. Sectores que han acompañado su gestión, y hacia los cuales ha dirigido una política prioritaria, le acaban de sentenciar un resto del mandato cargado de turbulencias. Para los asistentes Mariano Pereyra es Teresa Rodríguez, Torre Alba, Kosteki, Santillan o Julio López, así lo sintieron y así lo cantaron.
Esa muerte en una calle cortada de Barracas, será una bandera de la pelea que no abandonarán los gremios que siempre renegaron de “Los Gordos” y de la burocracia sindical, una aliada incondicional del P.J. tanto en el gobierno o en la oposición, cómo ocurriera con Saúl Ubaldini, durante el mandato de Raúl Alfonsín
Los Kirchner han pagado un precio muy alto, por pegotearse con Moyano, en una indudable ida y vuelta de mutuos favores, de los que no se excluyen determinantes factores económicos y beneficios fabulosos, a los cuales la sociedad argentina definitivamente le cerró las puertas con un acto popular, que deberé leerse muy bien. Hubo una clara identificación de sectores independientes que se pudo observar en la marcha.
No en vano se escuchaba a “Mariano lo vamos a vengar con los piquetes y el paro general”, en un mensaje que no deberá dejar de oír el gobierno, o de lo contrario abrir un frente más de confrontación, que no será gratuito al valuarse en costos políticos.
“Ya vas a ver, ya vas a ver, que las balas que tiraste ya van a volver” brotaba de las gargantas de los adolescentes militantes de organizaciones sociales, partidos políticos de izquierda, estudiantes secundarios y jóvenes universitarios, gremios enrolados en el CTA y tercerizados que se desempeñan en el Ferrocarril Roca, en el Sarmiento, hospitales, en Kraft, en subterráneos etc. Una improvisada locutora sobre una camioneta destartalada acusaba a la Policía Federal y a la burocracia sindical por la muerte de Mariano Pereyra.
Tampoco Pedraza escapó de la furia de los manifestantes “Asesino, sos peor que un patrón …” gritaban, aludiendo al secretario General de la Unión Ferroviaria, gremio al que se lo vincula con manejos “non sanctos” con Julio De Vido, del que precisamente son víctimas los trabajadores tercerizados, que confrontan con la histórica conducción de los trabajadores del riel.
Los cánticos adversos también tuvieron como destinatario central, al ministro Carlos Tomada, a quien le reclamaron la personería como Central Obrera para la Confederación de Trabajadores Argentinos, un paso que el gobierno podría llegar a dar para descomprimir esta inesperada situación, que lo ha debilitado significativamente.
Ya Moyano no les asegura nada, ha perdido un socio que además comenzará a sentir el rigor de la soledad política y gremial, un estado en el cual no parece moverse cómodo ni el ni sus hijos. Tanto poder acumulado, aparece como un claro error político. Lo duro para los Kirchner, es saber que han sido sus propios cuadros, los que le bajaron el pulgar.
Ahora otros conocidos intentar trepar al escenario para ocupar el lugar de Moyano, ya no habrá espacios tan generosos, el poder gremial acaba de comenzar a licuarse definitivamente para la CGT, la columna vertebral del Partido Justicialista, como les gusta enrostrar a sus dirigentes. Es muy posible que un clima de confrontación fratricida, de lucha por el poder comience a reinar entre ellos, que no han sabido incorporar a sus instituciones que la democracia rige en la vida del país desde 1983.
Hubo miles y miles de banderas y pancartas identificando a todas las expresiones del MTS, STM, CCC, MIJD, Proyecto Sur, Polo Obrero, Partido Obrero, MAS, un impresionante columna que ingresó directamente por Montevideo y Corrientes de la Federación Universitaria de Buenos Aires, La Juventud Radical de Capital Federal y una bandera del MODESO de la Provincia de Buenos Aires.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com
