A punto de haber llegado a un Cromagnon playero, mientras la municipalidad toma distancia de los organizadores y promotores del espectáculo, según los datos recogidos, no sólo hubo sobreventa sino sobreprecios.
DJ David Guetta superó las expectativas de la previa y creció la demanda, alimentada además por quienes se enteraron a último momento de su presentación y también por quienes esperaron a último momento para adquirir su ticket.
Una vez creada la necesidad, aparecieron entradas con un valor superior al ofrecido en la promoción, armándose un ultra vip a precios mayores que los conocidos por las ubicaciones que habían salido a la venta. En ese tren de oportunidades conocido empresario de la pesca compró 52 entradas, pero no fue el único, para acceder a una ubicación privilegiada.
¿Qué ocurrió después? Quienes tenían ubicaciones adquiridas para estar en primera fila, sorpresivamente tenían una barrera humana delante, que les impedía disfrutar del espectáculo tal cual lo habían previsto y pagado. Una típica maniobra para lograr una mayor recaudación, en este caso sin el respeto debido a quienes de buena fe adquirieron su localidad, desconociendo que luego por la excesiva demanda y lugares bien pagos, se creó un sector con localidades mejor ubicadas.
La reacción y la incomodidad no se hicieron esperar, y el tumulto tampoco. Eso fue lo que desencadenó que la estructura cediera, ya que se habían sobrepasado los límites de venta, reflejó un funcionario municipal que actúa sobre las derivaciones que casi se convierten en tragedia en La Caseta Beach.
Lo concreto es cada vez está llegando más información sobre las irregularidades esa noche en el lugar donde se presentaba David Guetta. También informan que llama la atención que diversas clausuras dispuestas por la municipalidad, han merecido automáticas decisiones judiciales que habilitaron nuevamente el lugar, según constan en expedientes en la Defensoría del Pueblo.
