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En bochornoso espectáculo, Estudiantes le volvió a ganar a Gimnasia

0014183529“Se juega como se vive en Argentina”, la mejor frase la colocó el abuelo Gerardo para describir el escándalo que protagonizaron en el estadio José María Minella, Estudiantes y Gimnasia. Piñas, patadas, insultos, guapos que no son, y más de 22 protagonistas que sin dudas se dejaron llevar por el entorno y por esa locura generalizada que desde hace décadas enfermó a los argentinos: no saber perder.

En lo deportivo, con gol de Carlos Auzqui, una vez más verdugo de su clásico rival, el “Pincha” se aprovechó de un desacierto defensivo en la última línea del “Lobo” y decretó el único gol del encuentro.

La expulsión del arquero Enrique Bologna- equívoca decisión del árbitro Silvio Trucco- y la del juvenil Ascacíbar, que barrió de forma desmedida y desde atrás al volante Antonio Medina, provocaron la reacción de los jugadores de Gimnasia que luego se trenzaron con los de Estudiantes, lo que originó una batalla campal desmedida que terminó con una imagen que refleja el triste momento que atraviesa el fútbol argentino con los reiterados hechos de violencia.

0000155792Previamente hubo un partido de fútbol, un clásico que iba a quedar en la historia como uno más, y que desde lo futbolístico dejó poco para el análisis.

A los 17 minutos del primer tiempo, tras un error garrafal en la defensa tripera, Carlos Auzqui aprovechó el descuido de Facundo Oreja y compañía, y definió ante la mirada atónita de Enrique Bologna para poner a Estudiantes arriba en el clásico por 1 a 0.

Al término de la primera etapa, Estudiantes dominó las acciones y se quedaba con el duelo platense en un partido con escasas emociones.

Salvo el gol, el encuentro hasta aquí no ofrecía emociones ni un juego vistoso entre ambos equipos, dejando en evidencia la falta de rodaje futbolístico en una ardua pretemporada que está llegando a su fin.

lamentable-bochornoso-final-clasico-Plata_OLEIMA20160201_0015_33En el complemento, la anemia futbolística siguió su curso, aunque Gimnasia fue el que más intentó llegar con peligro al arco defendido por Andújar, y tuvo primero en los pies de Coronel con un remate cruzado, y luego una tapada estupenda de Andújar evitó el empate.

Minutos después llegó la patada descalificadora del uruguayo Pereira sobre Oreja. Acostumbrado a los roces y a la deslealtad, “Palito” vio la roja, pero la ambulancia debió ingresar de urgencia para trasladar al defensor del “Lobo”, que conmovido abandonó el estadio.

La frutilla del postre quedó para el final y el papelón que protagonizaron los jugadores, y el desenlace que tuvo como campeón a Estudiantes de La Plata. Claro, un festejo clásico que quedará en la historia, no por el resultado, sino por el vergonzoso episodio que se vivió en la noche marplatense.

Un comentario

  1. Una vez mas , otro claro ejemplo del deterioro y la degradación cultural que sufre desde hace años (brutalmente acentuados en estos últimos doce) nuestra sociedad . Tal y como sucede , por caso , con la Policía (donde muchas veces vemos , ya sin sorpresa , que los efectivos son mas delincuentes y corruptos que los propios delincuentes) , en éste caso (y sin sorpresa tampoco ya que no es nada nuevo) , los jugadores son quienes incitan a la violencia de los violentos .
    Patético ver de que modo y a que velocidad la desintegración de la educación y los valores crece día tras día .

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