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El sentido común, no siempre es el más común de los sentidos

Muchas veces se habló del funcionamiento de las monederas, que resisten el oficialismo y el anacrónico grupo de políticos marplatense, que hacen del sistema de transporte público de pasajeros su única razón de protagonismo barato.

El argumento es la inseguridad del manejo de dinero a bordo de los colectivos, por la inseguridad reinante en la ciudad, que tiene a toda la población a expensas de la delincuencia, no sólo a los choferes de colectivos.

Según los datos obtenidos, desde la Secretaría de Gobierno, se alienta la incorporación de la carga de boletos de manera electrónica. Los quioscos no están ni preparados ni habilitados para funcionar de tal manera, por lo cual en primer lugar se estarán violando las reglamentaciones al respecto. No tienen ni la más mínima infraestructura para operar el sistema, en primer lugar deberían incorporar un trabajador más por quiosco. ¿A cambio de qué?

Tienen una particular forma de comercialización, reciben el 50 % de lo que venden y el resto tiene la posibilidad de devolución, con lo cual no pierden nunca. Su presidente en el orden nacional es Omar Plaini, un dirigente gremial que hace política junto a Hugo Moyano. Tienen alambrada la actividad, por otro lado son considerados como los más empresarios de los trabajadores.

Incursionar en la venta prepaga del transporte público, es directamente un contrasentido, que mereciera ser analizado por su carácter de ridículo. Los canillitas que atienden son los más vulnerables a la hora de evaluar la inteligencia criminal. Los canillitas se constituirían en blancos ideales para el delincuente más precoces y elementales.

La mayoría de los quioscos cierran a partir del mediodía, precisamente porque así evitan ser asaltados en horas de menor circulación de habitantes por la vía pública. Esa fue una de las principales razones, por las cuales dejaron de aparecer los diarios vespertinos en todo el país, ya que el auge de la delincuencia, obligó a cerrar los quioscos y la impresión de los vespertinos.

Acá en Mar del Plata, quieren someterlos a un riesgo que de ninguna manera, se puede considerar comercialmente atractivo, con más problemas que soluciones, pero además contra los propios argumentos, que se esgrimen desde la propia Secretaría de Gobierno.

Una lógica con poca razonabilidad, para aplicar desde la función pública. Lo más lamentable es que no es el único caso, que se promueve desde la Secretaría de Gobierno.

El paracaidismo es un deporte que no se ejercita demasiado en la ciudad, aunque tiene sus adherentes en despachos oficiales, quieren desafiar la Ley de Gravedad y pueden terminar estrellados.

El doctor Ariel Ciano, muy posiblemente se convierta en el N° 2, en la sucesión de autoridades municipales a partir del 10 de diciembre. Dicen que se siente abrumado, en la función que desempeña. Nadie puede maginar otra cosa, si pretende que los canillitas carguen tarjetas de aproximación.

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