Policiales

El nuevo hobby de los delincuentes; robar y destruir escuelas

scioli_camioneta_poliLos continuos robos a los establecimientos educativos son cosas de todos los días. La inseguridad reinante y la poca capacidad de prevención, puso en jaque al sector educativo que sufre a diario este flagelo, que por ahora no parece tener solución. Nuevamente le tocó a la escuela 64, ubicada en García Lorca entre las calles 98 y 100, donde malvivientes se llevaron los pocos elementos de valor con los que contaban.

La directora del colegio Amanda Stefanini, afirmó que la institución sufrió dos robos de manera consecutiva y ambos por la noche. En el último atraco los delincuentes secuestraron un equipo de música, computadoras y otros elementos de menor valor.

Es muy común en este tipo de casos que no existan testigos presenciales del hecho ya que los hampones ingresan por la madrugada. Con respecto a esto la titular de la escuela calificó a la zona como “Tierra de nadie”.

No obstante desde el establecimiento llevaron a cabo la denuncia correspondiente y en horas de la mañana esperaban por la presencia policial para realizar las pericias necesarias.

Asimismo integrantes del colegio exigieron al personal de las fuerzas que controlen con más frecuencia la zona. Tal es el temor a que delincuentes reincidan. que decidieron trasladar algunos elementos a otro sitio más seguro.

2 Comentarios

  1. Son las mismas autoridades educativas las que facilitan el accionar de los delincuentes en las escuelas.
    Dejan las luces internas (patios, aulas, baños, pasillos, oficinas) permanentemente encendidas, como para que los vándalos no se anden tropezando en la oscuridad.
    Pretender que la iluminación interna de las escuelas pueda disuadir el accionar de los ladrones, es de una ingenuidad asombrosa.
    Imaginemos una escuela donde las únicas luces encendidas son las exteriores. En ese caso un vecino solidario puede advertir de inmediato el ingreso y egreso de los delincuentes y dar aviso a la policía. En este caso (la escuela a oscuras) los vándalos, si consiguen desplazarse por el interior de la escuela, deben hacerlo con dificultad usando linternas, cuyos haces de luz advierten al vecindario de tal presencia.
    Por otra parte, esta estupidez de las autoridades escolares causa que la Provincia deba desembolsar multimillonarias cifras en concepto de energía eléctrica.
    Las escuelas deben estar a oscuras, y sus veredas iluminadas por reflectores.

  2. Buena idea Néstor.

Deja un comentario