El Museo del Mar (otra caja peronista) que pelean “Manino” y “Cucurucho”; viva Quilmes (la cerveza)

(1987 – 2014) Son 27 años, como la policía bonaerense. La ola naranja del nada fiable Daniel Scioli, les abrió el Museo del Mar. Y ahora droga, sexo y rock and roll, en el Museo de Arte Contemporáneo, allí en López de Gomara y Boulevard Félix U. Camet, todo bajo la advocación de Papa Francisco, como en la temporada.

No es suficiente el Consorcio Portuario, la Administración de Punta Mogotes, el IPS, el OCEBA, ARBA y otro curros de la administración Provincial, que no excluyen (con importante aporte radical en el directorio) al Banco de la Provincia. Ya le concedieron a Florencio Aldrey Iglesias el Hotel Provincial y alrededores, las maquinitas en el casino de la mano de Daniel Rodríguez, el casino del Sasso para Barrionuevo y cargos para La Cámpora.

Ahora entre Manino Iriart y “Cucurucho” Curuchet, han convertido en un antro territorial, el Museo del Mar, el mismo de la muestra del Papa Francisco, que Scioli inauguró con un cordón de infantería bonaerense, para impedir que 50 docentes le muestren sus recibos de sueldos en la cara o que Karina Rabollini pueda vender cremas de maquillaje y/o anteojos.

Así estalló la interna entre Manino y Cucurucho. Entre el manejo del CEFIL y el ciclista se están matando. Pelean por quedarse por un pocillo de café de la Fonte D Oro (una concesión mágica),  por el servicio de vigilancia privada, por las designaciones de la cooperativa de limpieza etc. Del Museo del Mar, la obra cumbre que inauguró Scioli y montó una mediática jornada dedicada al Papa Francisco, en una más de sus costosísimas maniobra de marketing.

Ahora son jornada de alcohol (con la fiesta de Quilmes) en el museo de la cultura, una prioridad para la ciudad que ya había enarbolado José “Pepe” Scioli.

Y ahora ha llegado la hora de rendir cuentas a Jorge Telerman (un candidato a cualquier cosa) para que expliquen cómo se invirtieron cientos de miles de pesos en el lobo marino cubierto de alfajores de famosa marca, que muy bien vendió Marta Minujín. También hay prendidos organizadores de recitales populares en Las Toscas, y toda la plebe prendida de los negocios de Daniel Osvaldo Scioli, durante la temporada.

En el MAR cambiaron la cultura por la Cerveza

Durante los reñidos octavos de final del mundial de Brasil, con gol del rosarino Di María incluido, el Museo Contemporáneo inaugurado por el gobernador Daniel Scioli, pareció cobrar vida en horas de la tarde del martes.

Desde la mañana, camionetas con gran cantidad de bebidas alcohólicas se apostaban en el lugar de las estrellas preparándose para la gran fiesta mundialista y frente al MAR.

Cientos de padres y jóvenes se agolparon para sufrir con una selección dependiente de Messi y del Papa Francisco, que ayuda desde el Vaticano, para que los contrarios definan mal o que el palo nos ayude.

¿Una fiesta privada en un Museo?

Si señores la fiesta de la cerveza más conocida del país, en la ciudad y con jóvenes y adolescentes alocados por la espuma del líquido elemento vivaron de lo lindo con los amagues de Messi, el teflón de Mascherano y los relatos de Vignolo.

¿Hay más? Con Danielito siempre hay más. Mientras que todo era nervio, pasión y locura. Muy cerca de la pantalla también se vivían momentos de tensión extrema. Pero en esta oportunidad con desconocidos, que lo único malo que hacen es trabajar de manera honesta en un país tramposo y negrero.

Como lo adelantamos hace unos días personal de limpieza aún no regularizó su situación en el lugar y no solo eso sino que fueron literalmente despedidos sin justificación alguna y con haberes atrasados.

Al parecer las empleadas del lugar fueron reprobadas por Miriam Medina, presidenta de la Cooperativa, que hoy se encuentra a cargo del prestigioso Museo. Con más dudas que Ventura a la hora de reconocer un hijo, la señora culpó a otro personaje en cuestión: Ezequiel Medina. Éste es el intendente del Museo, que no pudo explicar absolutamente nada acerca de despidos y cooperativas ya que se lo notaba dubitativo y nervioso, al igual que su tocaya.

Una de las trabajadoras, a través de su hija, intentó comunicarse con Jorge Telermán, pero el señor que apareció en todas las fotos de la inauguración, nadie sabe que pito toca en esta cuestión. El mismo Jorgito se había comprometido a resolver cualquier tipo de inconvenientes que tengan las empleadas. Obviamente, nunca contestó. Un ejemplo claro de como se desenvuelven la mayoría de los funcionarios en el país.

¿Pero a quién le puede importar un grupo de desconocidas que reclaman por sus derechos?

¡Qué viva el fútbol y el Mesías!, que encaró con cabeza erguida desde la mitad del campo, ya lo divisó al “Fideo” que tocaba pito por el andarivel diestro y soltó el esférico suavemente como caricia de delfín, para que angelito se llene el pie zurdo y la ponga allá, abajo, lejos de la estirada del golero suizo. Para que todos brindemos con cerveza, para que miles de menores disfruten de una fiesta privada, la fiesta de unos pocos, la fiesta que conmovió a la figura de Moria, la fiesta que nos hizo recordar “el lobo” de Minujín, la fiesta que Scioli creo con plata de todos y todas, la fiesta de miles de argentinos que se preguntan porque no dan un paso al costado y se dedican a otra cosa.

Aquí en Mar del Plata, tan ACTIVA como siempre y frente al MAR.

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