Jorge Luis Camelino, ex presidente de la Asociación Amigos de Parque Camet.
“El Museo de las Comunicaciones no es un patrimonio cultural del municipio sino un emprendimiento privado, cuyo director, Miguel Rossarno, como bien dijo el actual presidente del EMDER Guillermo Voponi, es simplemente un coleccionista, a quien se le cedió a préstamo un bien público municipal, donde explota una muestra privada y familiar porque inclusive el museo es presidido por su hija Laura”, aseveró en diálogo con mdphoy.com, Jorge Luis Camelino, ex presidente de la Asociación Amigos de Parque Camet.
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Acto seguido, con la mira puesta en Rossarno, Camelino añadió que “por lo tanto, la gente de la ciudad y la zona que donó equipos y yo mismo que trabajé tanto por el museo en su momento, lo único que hemos hecho fue incrementar el patrimonio personal de este señor, quien debería pagarse su propia vigilancia ya que el día de mañana cuando se mande a mudar se va a llevar las casi 6 mil piezas antiquísimas que componen la muestra”.
En tal sentido, agregó que “el permiso que tenía por el plazo de cinco años para explotar dicho emprendimiento se venció. Y durante ese lapso no tributó nada al municipio. Siendo como es un proyecto privado, debería pagarse su propia vigilancia la luz que también es pagada por la Municipalidad, y el alquiler del espacio, o dejar la casona”.
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Aseguró que en ese sentido “Miguel Rossarno está peleando y llorando porque tiene miedo que saquen el Museo de Comunicaciones de la casona del Parque Camet”, añadiendo que “otra de las grandes mentiras que se pueden comprobar fácilmente es que en el año 2014 manda una nota diciendo que el museo fue visitado por aproximadamente 15 mil alumnos por año. Y con solo ir al Consejo Escolar, como les dije a los concejales, pueden comprobar cuantas autorizaciones hay para ir a visitar la muestra. En el 2014 fueron tres o cuatro colegios y una escuela especial de discapacitados con un promedio de 30 chicos por establecimiento. Pero de ahí a 15 mil alumnos creo que Mick Jagger se debe haber ido afligido de la Argentina porque supuestamente fue más gente a ver el museo que a los Rolling Stones”.
Asimismo, afirmó que “el ex intendente Pulti no tuvo una mala idea en delegar el Parque Camet al igual que la Laguna de Los Padres, porque se saca dos problemas grandes de encima y una administración buena y gente entusiasta que trabaje y los conserve, es bárbaro. Pero la gran falla estuvo en la falta de control, que hizo posible que el amiguismo destruyera todo en el Parque Camet”.
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Por otra parte, Camelino denunció que, después de poner en conocimiento a la Comisión de Deportes del HCD de una denuncia penal que efectuara respecto a la venta de entradas “mellizas” en el Parque, “se levantó la venta de entradas por orden del Concejo Deliberante. Pero al retirarme yo, que tenía la guarda, la asociación quedaba acéfala y no podía manejar más dinero, pero continuaron los curros. De modo que tras el desbaratamiento de la venta de entradas truchas, el curro siguió con el cobro indebido de dinero por el uso de espacios para el alquiler de caballos, venta de pochoclos, churros, plantines, etc”. Añadiendo que “en el Parque Camet la Sra. Laura Rossarno, junto con su padre Miguel, pasaban por los puestos o enviaban a terceros para realizar las cobranzas en forma semanal. Todos los domingos padre e hija se pegaban una voltereta para cobrar un canon desde 100 pesos hasta 150 hasta el 24 de enero de este año, en que los descubro y efectúo la denuncia pertinente”.
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Sentenciando a renglón seguido que “ese dinero tendría que rendirlo y decir donde fue a parar porque utilizó recibos de la Asociación que ya era inexistente”.
No obstante, manifestó que “me parece bien que ahora Volponi esté poniendo orden en el Parque Camet y el que es pirata que se vaya. Aunque en este país cuando alguien quiere poner orden ya lo tildan de represor. De modo que al Sr. Rossarno se le puso el cascabel al gato y ya están poniendo el grito en cielo, buscando gente que lo defienda”.
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Por último, con respecto a la inseguridad del Parque, Camelino señaló que “han ocurrido hechos de sangre y robos”, denunciando que “detrás del club del polo hay una casita que está abandonada, donde vive un matrimonio de malvivientes con dos chiquitos. Con Adrián Alveolite y el jefe de la departamental en ese momento, nos apersonamos, les marqué el lugar que es un aguantadero y funciona como delivery de droga, generando hechos de sangre y robos, pero nadie tomó jamás cartas en el asunto. De modo que espero que cuando se instale la policía municipal, esas persona vuelen de ahí”.
Roberto Latino Rodríguez
