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El modelo no es para todos

 

Quilmes agotó entradas en Once Unidos en instancias de eliminación de la Liga Nacional de Basquetbol. Nunca superó las 3.000 personas porque no entran en el Estadio. Los organizadores del acto de Carlos Cheppi informaron que fueron 5.000 personas. No hubo acceso al público en la cabecera de la calle Río Negro y sectores laterales de plateas. Sobre el parquet había sillas para 150 invitados y el resto con mucho espacio libre.

“Necesito entrar por la propaganda”, dijo casi al finalizar su discurso, sabiendo que seis meses (medio año) de exposición permanente en la vía pública, lo pueden levantar en el nivel de conocimiento del electorado. No quieren hacer la “Gran Katz” que lanzó al contador Sergio Fares en el 2007, dos meses antes de las elecciones con el 5 % de nivel de conocimiento.

Hubo especial esmero en resaltar que no es lo mismo la pertenencia que la adhesión y que no va el corte de boleta, el arma preferida de Pulti es la tijera, y así fue intendente, ganó elecciones y metió más concejales.

Pero hay otro dato, que hacia adentro debería leerse con mayor precaución. Dicen que Cheppi aumentó 48 % en el índice de conocimiento, desde noviembre hasta la fecha. Sería bueno conocer saber cuál es el piso desde el cual se lo midió.

No es nuevo en la función pública y sus antecedentes se remontan a la gobernación Kirchner en Santa Cruz, y a su fugaz paso por el gabinete nacional, del cuál emigró devorado por la crisis del campo. Cheppi no quedó bien parado en esa oportunidad, en la Casa Rosada dispararon sobre él sin miramientos: “No estuvo a la altura de las circunstancias”.

El viernes a la noche, Cheppi pidió a garganta pelada la oportunidad de hacer gestión, pero para ello es necesario el trabajo de la militancia, casi cuerpo a cuerpo, en cada casa, en cada familia.

El candidato del FPV sabe muy bien que su contrincante de fondo es el actual intendente Gustavo Pulti. Muy correcto en su discurso, ordenado y hasta creíble, se exhibe en su perfil, pero está claro que el ingeniero agrónomo, es candidato hasta por una razón de servicio a la militancia.

Los devotos del modelo serían los más proclives a confiarle su voto. Pero ese universo es reducido, si sólo desde ese punto de vista se fija el objetivo. Su reclamo de programas y planificación de una nueva agenda para la ciudad, emerge como su principal propuesta para llegar a la intendencia. Huele como a escaso, a que le falta resto y contenido a su mensaje.

Para colmo no habla de inflación, de inseguridad, de pobreza creciente y enfoca su lente hacia el Gran Mar del Plata, a los barrios allí donde la sociedad subsidiaria no tiene la concentración de votos necesarios para pelearle a Pulti, su casi decidida candidatura a la reelección, allí donde justamente lo necesita Daniel Scioli al hombre de Acción Marplatense.

A Cheppi le faltaron las patas del apoyo que se esperaban por Falkner y Roldán, el viernes por la noche. Hubo ausencias que hablaron y hubo muchos (demasiados) que se quedaron mudos por los faltazos, anunciados como parte de la puesta en escena en Once Unidos. Ni Mariotto ni Bossio ni Boudou (que se quedó tocando la guitarra en un pub porteño), estuvieron ni los dos ministros que Scioli dijo en el momento de la foto.

El respaldo que llegó como la de un hombre de Mar del Plata, fue el de Hugo Moyano, traído personalmente por Julio Piumatto, el dirigente de los judiciales que alertó que hará falta mucho más que tocar el bombo, para llevar a CFK a la reelección el 23 de octubre y a Carlos Cheppi a la intendencia.

Definido como Juan Manuel Urtubey como “piantavotos”, Hugo Moyano el sindicalista que abrazó la actividad empresaria como capitalista, y también azota con la distribución de las ganancias en el mundo obrero, una contradicción importante. Moyano aportó gente de su gremio a la convocatoria que reunió a 2.000 personas en el emblemático estadio de Parque Luro.

Habrá mucha ofertas como la de Cheppi, de lo que también podemos estar seguro es no habrá esa misma demanda de boletas en el cuarto oscuro. Esta es la división que precariza el voto del oficialismo y que puede herir mortalmente un esfuerzo impactante.

A esta altura sería innecesario decir que entre Cheppi y Pulti, los marplatenses quedarán saturados de propaganda oficial. Todo el resto de los candidatos podrían llegar con suerte a un tercio de los nombrados. La propaganda de otros aspirantes sólo será testimonial, esta es la primera certeza. La maquinaria de proselitismo como propaganda será infernal, casi en un grado obsceno, frente a la cada vez más numerosa cantidad de cartoneros que recorren la ciudad y revuelven tachos de basura.

En el frente Para la Victoria saben que todos los intendentes (salvo Russak en el ´95 metido en la interna del PJ) desde 1983, renovaron sus mandatos. También saben que Pulti está muy fuerte en aquellos barrios de fuerte concentración de votos, precisamente allí donde no entra el peronismo. También se definió a la ciudad como esquiva a través de los años para el justicialismo en cualquiera de sus versiones.

Si observamos los oradores y a quienes subieron a acompañarlo desde el escenario, una primera impresión es que le vaciaron el acto. Ni Adela Segarra ni Daniel Rodríguez le han garantizado confiabilidad en ese sentido, como militantes más activos y notorios de la ciudad. No vino ningún ministro de la Nación ni secretario de Estado. Un muy buen cuadro político como el senador Eric Calcagno, hizo diferencia. No se trata de ser despectivo ni tampoco incurrir en descalificaciones, pero a la foto con Scioli no se le agregó nada, la sacaron en colores y salió en blanco y negro.

En diario digital notibaires se publicó el siguiente comentario “El otro foco de tensión en el gabinete pasa más desapercibido pero no es menos sustancial. “Lo de Mario  

no da para más”, dicen quienes conocen el malestar que genera en la Gobernación el posicionamiento político-electoral de Oporto, el titular de Educación”.
“Oporto, alineado en una agrupación ultra K que no oculta simpatías por Sabbatella, viene asumiendo posturas que irritan al sciolismo. Y el viernes, sin ir más lejos, asistió al lanzamiento de Juan Carlos Cheppi como candidato K a intendente de Mar del Plata, un distrito donde el Gobernador busca sellar un acuerdo con el intendente vecinalista Gustavo Pulti”, dice el portal de noticias digital.

 

 Es un reflejo del escenario devaluado, aunque prometido a Daniel Rodríguez y Adela Segarra, en una lectura lineal debe considerase que si Oporto no fuera un rebelde en el gabinete de Scioli, tampoco hubiera venido con lo cual, la provincia estuvo ausente en la concentración del viernes por la noche. “Casi desaparecemos …” dijo Daniel Rodríguez, y habría que rectificarlo;  desaparecieron. En el 2009 no metieron un concejal. Acción Marplatense (7), la UCR (3) y el Frente es Posible (2)

Cheppi es embajador plenipotenciario de Asuntos Agrarios de la Cancillería Argentina, y suele concurrir junto al ministro Julio De Vido a Venezuela para cerrar negocios comerciales con el presidente Hugo Chávez, pero sin embargo habría que esmerar un poco más el cuidado de su imagen. Le armaron un acto para que celebren Pulti, Garivoto y Garciarena, increíble pero real.

Daniel Rodríguez y Adela Segarra, deberían tenerlo mucho más en cuenta, aunque ellos hacen otras cuentas para el 2011 – 2015.  Esto no se arregla diciendo en un discurso leído que De La Rúa se fue en un helicóptero (Rodríguez) o saltando sobre un escenario, cual colegial eufórica (Segarra).

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

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