Arte y Cultura, Teatro

Dilemas morales y familiares

Con libro del renombrado Arthur Miller y dirección del destacado Claudio Tolcachir, Todos eran mis hijos es una obra de teatro que ha tenido desde su estreno en Capital Federal una buena recepción crítica y similar respuesta del público: este fin de semana la pieza llegará a la ciudad, con dos funciones en el Teatro Güemes (Güemes 2955) el viernes y sábado a las 21.

Esta obra cuenta además con un elenco estelar: Lito Cruz, Ana María Picchio, Esteban Meloni, Vanesa González y Federico D’Ellía, quienes le dan vida a estos personajes que habitan una historia ambientada en 1947, época de la posguerra y que marca una crítica a la sociedad estadounidense y a la corrupción mediante los dilemas morales y la disolución familiar que imponen los conflictos bélicos.

En cuanto al relato de Miller, hay que señalar que el mismo se centra una familia particular: por un lado, un padre que fabrica piezas de aviones y que aún siendo defectuosas, se las vende al Gobierno; un hijo que no regresó de la guerra; y una madre que espera sin resignarse. Todos eran mis hijos es un fresco, con notables apuntes morales y políticos.

La trama de esta pieza es de una asombrosa y abrumadora actualidad. A partir de un texto logradísimo, se cuestionan los valores más básicos de la sociedad y si bien lo que se muestra ocurrió hace más de medio siglo, los conflictos tienen fuertes reverberaciones en el presente. Vínculos, secretos, omisiones que sirven para indagar en las relaciones humanas.

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