El ex integrante del Servicio de Inteligencia de la Marina y a su vez, uno de los más reconocidos árbitros del futbol marplatense durante el 60′ y 70′, José Francisco Bujedo fue detenido el viernes por la noche en su casa de esta ciudad, acusado por cometer delitos de lesa humanidad.
Según aseguró el juez Rodolfo Pradas, la semana anterior se le tomó declaración al ex detenido desaparecido, Edgardo Gabbin, quien “aclaró la situación”, por lo que se decidió librar la orden de captura.
Bujedo, conocido como “El Referí”, fue apresado en su domicilio de la calle México y Chacabuco y se determinó que quede alojado en la delegación de la Policía Federal, hasta que se defina su situación procesal. Ayer se le tomó declaración indagatoria, aunque no trascendió el contenido de la misma.
Edgardo Gabbin, un ex conscripto desertor que desapareció el 11 de enero de 1977, cuando fue capturado por un grupo de tareas que operaba en La Base Naval.
En ese entonces, Bujedo oficiaba de árbitro de fútbol “como actividad superficial”, según confirmó el juez Prada y tras un partido en el que jugó Gabbin, se ordenó encapucharlo y trasladarlo a la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina que funcionaba en el faro de Punta Mogotes. Gabbin fue liberado en febrero del 78 y la semana pasada prestó declaración testimonial ante la Fiscalía Federal de nuestra ciudad.
Bujedo (el de la pelota) “trabajaba” como referí junto a Ángel Narciso Racedo, quien oficiaba como juez de línea y en realidad era superior jerárquico en la inteligencia naval. Ambos se encargaban de delatar a militantes y desertores para hacerlos desaparecer.
En el 2007, “El Referí” trabajó para el Ente Municipal de Deportes y Recreación (Emder) donde redactó su libro “Aprendiendo sobre fútbol” en el que alentaba a inculcar hábitos de la vida democrática en los jugadores.
A su vez, presidió la Sociedad de Fomento del barrio San Carlos y hasta llegó a ocupar la banca 25 (abierta a los vecinos) en diciembre del 97.
Durante el Mundial de Fútbol de 1978, en Mar del Plata desaparecieron cerca de 300 personas.
Por Marcela Lujan
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