Política

Destino Mar del Plata, para evitar la silbatina a la Presidente

El  próximo 9E fue fijado como una fecha de un nuevo relato épico por el gobierno nacional, asegurándose la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la Base Naval para ofrecerle bienvenida en la Base Naval. Urgente 24 se ocupa del tema desde una óptica crítica y haciendo alusión al programa de recepción que se organiza con asiento en el Consorcio Portuario. La reproducción textual es la siguiente:
“Pensar tan solo en cercar el Apostadero, permitiendo solo a las agrupaciones K recibir con sus coloridas banderas al buque-escuela, aterra a los mandos navales, quienes por estas horas comienzan a rezar para que si los mandos terrenales no les dan una solución, que al menos Neptuno se apiade de ellos y envíe una de las famosas 16 grandes lluvias que han pronosticado para el próximo verano”.

TEMA, Ghana (Especial para Urgente24). A pesar de los sinsabores que el capitán Pablo Lucio Salonio y su tripulación debieron afrontar en el puerto que observan a diario desde la embarcación, la caballerosidad naval hará que la maniobra de zarpada del buque.escuela de la Armada Argentina, Libertad, sea despedido con todos los honores que el ceremonial naval marca para la ocasión.

 

Una banda de música y una nutrida delegación de oficiales y suboficiales de la marina de Ghana estarán presentes en el ya famoso muelle 11 del puerto comercial local, para despedir a una tripulación que se repartirá entre un centenar de hombres y mujeres formados sobre la banda estribor (la que da hacia el muelle) y unos 45 que atenderán las maniobras de zarpada.

 

En el puente de mando, y de impecable uniforme blanco, el comandante ordenará soltar amarras y el remolcador ubicado en la proa de la nave separará a ésta del muelle y comenzará a jalar la pesada estructura de la Fragata mientras el remolcador de popa colaborará para mantener el rumbo correcto hacia la salida del puerto

 

En 20 minutos, Salonio habrá conducido la nave fuera de las aguas del puerto; en una hora más, el puerto de Tema será un punto en el horizonte; y en 5 horas apenas un recuerdo que, a partir de entonces, integrará el anecdotario naval que alguna vez él narrará a su nietos.

 

Ya en navegación franca, seguramente con las velas desplegadas, ordenará rumbo 063, orden que será repetida por el oficial de puente y por el timonel, la proa de la nave, entonces se enfilará rumbo a casa, hacia el 9N.

 

Cuatro mil doscientas millas, a un promedio de 200 millas diarias, 20 días de navegación para que Salonio y su tripulación puedan imaginar la bienvenida que recibirán, el reencuentro con la familia, con los afectos y con aguas obviamente mucho más amigables. Cumpliendo la ruta, el comandante recibirá, junto a su gente, el nuevo año; y seguramente la notificación de su nuevo destino, ya que el comando de la Fragata fenece cada año.

 

Las autoridades Políticas y Militares argentinas tendrán la misma cantidad de días que Salonio y su tripulación para imaginar cómo será la ceremonia de recepción de la Libertad. Es más: no han perdido ni un minuto en trabajar al respecto.

 

El lunes 17/12, cuando en el patio de honor de Colegio Militar de la Nación, Cristina anunció que ella estaría presente en la recepción, no fueron pocos los almirantes que sintieron correr un escalofrío por su espalda.

 

Es que, primero Néstor, y luego Cristina, ambos se ocuparon puntillosamente de ninguneardurante los últimos años todo lo relacionado con las actividades del buque insignia de la Armada Nacional.

 

Jamás en estos 9 años un Presidente, ministro o viceministro acudió a la tradicional lectura de la orden de zarpada. Lo más patético que se recuerda es la presencia, en 2010, de la desalineada ex subsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa, Sabina Frederic, quien luego de descender de la nave se quejó por los “resabios de la dictadura” que le inspiraba una nave construida bajo el imperio de la Revolución Libertadora, ideada por el almirante Isaac Francisco Rojas, y cuya madrina de bautismo fue Sara Herrera de Aramburu, la esposa del general Pedro Eugenio Aramburú. Frederoc incluso se animó a proponer (sin éxito) cambiarle el nombre al buque-escuela.

 

Están muy grabadas en las memorias de la gente de mar, las palabras de Néstor al embajador en España, Carlos Betini, cuando ante el arribo del buque-escuela a puerto español, éste le preguntó que tipo de honores deseaba el Presidente que recibiera el buque: “Por mi, quemala”,fue la respuesta del prohombre que se divertía pisándole los soldaditos de plomo a su hijoMáximo.

 

Mucho más cerca resuena la frase de Cristina Fernández de Kirchner“Se podrán quedar con la Fragata pero no con la libertad del pueblo argentino”, sumado al descabezamiento naval provocado para tratar de disimular las culpas de los verdaderos responsables de la elección de Ghana como país a visitar.

 

Así las cosas, ante la manifiesta ilegalidad de la retención en Ghana, y el más que obvio y esperable fallo del Tribunal del Mar, el aprovechamiento político que se vislumbra querrá hacer la Presidente del retorno de la Fragata llevó a preguntarse hasta que punto la gran“familia naval” no haría sentir su malestar ante la presencia de la Comandante en Jefe en el Apostadero Naval el miércoles 09/01/2013.

 

Varias cadenas de correos electrónicos con textos inquisidores comenzaron a circular el martes 18/12, para preocupación de la Casa Rosada.

 

El heterogéneo universo del Frente para la Victoria reflexionó acerca de cómo eludir la disyuntiva a la que se pretendía condenar a la Presidente: o la silbatina con la fotografía con los marinos, o la ausencia.

 

Sin embargo, la ausencia de la Comandante en Jefe durante el arribo, implicaría la pérdida de una excelente tribuna política para exaltar otro triunfo en la lucha contra los fondos ‘buitres’, la corporación del multimedios y otros enemigos. Así las cosas, dificilmente algún uniformado se animaría a recomendarle a la Sra. Comandante en Jefe la verdad sobre el malestar que provocaría su presencia.

 

Pero un acto en la Casa de Gobierno o en el Colegio Militar es bien diferente a una ceremonia a cielo abierto en el Apostadero Naval Buenos Aires, en el que, a un promedio de 3 personas por tripulante, se sumarán facilmente 600 voces de repudio, más amigos de la Fragata, más instituciones relacionadas con la Armada, más ciudadanos indignados por motivos varios, más… más…. más… ¿habría suficientes militantes rentados de La Cámpora para contrarrestrarlos?  ¿O estarán todos de vacaciones en la populares playas del este uruguayo, con los dólares que ellos sí consiguen a cotización preferencial?

 

Cristina solo tenía 2 opciones:

 

> realizar una recepción sin público en el Apostadero Naval, o

 

> que la Fragata amarre directamente en Mar del Plata, alejándola del Apostadero porteño, de tan fácil acceso.

 

En Mar del Plata es fácil el control del acceso al puerto: única entrada y salida, mientras que en Dársena Norte todo es muy “democrático”.

 

En Mar del Plata se puede limitar el acceso sin tener la necesidad de cercar el perímetro. Hasta es posible limitar el acceso a sólo las agrupaciones K con sus coloridas banderas. Por fin los mandos navales podrán dejar de rezar para que Neptuno se apiadase de ellos y enviara justo ese día una de las famosas 16 grandes lluvias que han pronosticado para el próximo verano.

Un comentario

  1. HAY QUE IR CON LAS CACEROLAS A LA BASE NAVAL-NO HAY NADA QUE FESTEJAR-ESTOS TE MEAN A LA MAMA Y TE DICEN QUE LA POBRE ESTA TRANSPIRANDO!!!

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