Deportes, Fútbol

Del 38 a 38 al 6 a 1

Los 75 votos que fueron contados como 76, son la cuna del problema. Así se eligió el presidente de la AFA, proceso impresentable desde todo punto de vista, que fue la continuidad de la transición de Julio Grondona, hasta la fecha.

¿El Chiqui Tapia presidente? Debe ser hábil, es el yerno de Hugo Moyano, así que sabe con qué bueyes ara, o por qué no, aramos. El dirigente camionero ya se considera traicionado, por el ex presidente de Barracas Central, así que la mano viene muy pesada. Ni aún votando 75 dirigentes se puede dirimir quiénes son las autoridades.

 Son conductas que lindan con estructuras mafiosas. Hay algo, o todo, que hace ruido en torno a todo lo que rodea a Sampaoli, no sólo el altercado que mantuvo con la policía de tránsito de su ciudad. Allí en ese acto dejó expuesta su personalidad, impropia de un conductor que ahora está representando al país.

 Ya hay rechazos en el plantel a Becacece, por su exagerado alto perfil, no le cae bien a los jugadores  y a Sampaoli se lo hicieron saber. Además, surgieron diferencias con la distribución de los premios, entre los jugadores y el cuerpo técnico. En este contexto la celeste y blanca se comió seis.

Torneos de 30 equipos, seis descensos, se anulan divisiones, se reinventan copas y clasificaciones, son escalofriantes los arbitrajes, no garantizan nada, al borde de las sospechas. Designaciones digitadas, errores procaces, es un combo complicado.

Los desequilibrios que llevaron al catastrófico resultado, no deberían resultar extraños. Tiene más visos de lógico, que de ilógico, lo que ha sucedido, no escapa a lo que se podía esperar. Casi todo el periodismo deportivo se equivocó de manera garrafal. Caballero ya era el titular, porque había jugado muy bien con los pies, fue casi unánime. Ayer el suplente de Romero casi se sacó solo del equipo.

Hay atenuantes, si. Messi y Agüero no estuvieron, y son el as de espadas y el as de bastos de la Selección Argentina. Se abrió una caja de Pandora y las sorpresas dejan interrogantes muy difíciles de mensurar. Se llenaron las valijas de dudas. Cuál es la condición física real, de muchos de los integrantes, para exigirlos en compromisos cuyas disputas distan poco entre sí.

 No llegan en la mejor de las formas. Y también debe ser una conclusión. El material llega con un rodaje en el límite mismo de su capacidad, otros son jugadores que están en proceso de rehabilitación en plena competencia.

Llamó la atención cómo el equipo cayó en una desorganización total y terminó a los golpes con los adversarios. No hay que ser demasiado perspicaz para entender que si había dudas, esto es una crisis a punto de desatarse. Cómo van a mandar al frente a dos debutantes, a dar explicaciones de lo ocurrido. Es un síntoma claro de descomposición del grupo.

Esperar mejor suerte de Argentina en Rusia, roza casi el milagro, porque se ha tocado fondo en la faz previa, a sólo 75 días del inicio, sólo un arranque próspero que recupere la autoestima y el brillo individual de quienes lucen en Europa, podrán revertir esta híper comprometida realidad. La experiencia indica que estos ciclos terminan como empiezan, como la agonía de la clasificación. En el ´86 se fue con la vara por el suelo y desde México volvieron cargados de gloria. Aquella historia está lejos de repetirse.

Ha pasado a ser más excluyente aún  la dependencia de Messi, más que nunca, tendrá que vestirse de salvador. Sino no hay chances, lo que transmite Sampaoli son imágenes de algo que le quedó muy grande. En el primer mundo del fútbol la rompen Messi, Agüero e Higuaín, no son maltratados por el fanatismo, el exitismo ni por la falta de jerarquía de sus dirigentes, allí están cómodos.  La exigencia de las aspiraciones no tiene relación con este nivel de complicaciones, no deja el mínimo margen para ser optimistas. Los signos son de una frustración adelantada, lamentablemente.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

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