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Debut y triunfo para la selección de basquet

La preparación argentina sigue firme. Con un grado de exigencia mayor al jueves en Bahía, ya que la selección de Uruguay fue mucho más voluntariosa con la marca y tuvo a Esteban Batista siempre como punta de lanza para complicar a los nuestros.

De todos modos hubo una actuación muy sólida en defensa, con criterio Juan Pablo Figueroa y Juan Pablo Cantero condujeron al equipo y el goleo se alternó en varias posiciones y nombres. La actuación de los bases está bajo la lupa por la posible deserción de Pablo Prigioni, y los dos bases de Atenas van respondiendo a las expectativas.

Sergio Hernández probó esta vez con Matías Sandes y Sebastián Vega de aleros y ambos cumplieron una buena actuación, buscando rotar el plantel antes de los cortes, y también ingresaron Leo Mainoldi y Federico Aguerre. Como en Bahía, Luis Scola jugó e hizo jugar pero esta vez fue más incisivo con el aro, sobre todo cuando a su equipo le faltaba gol.

En Uruguay no jugó Leandro García Morales y su media cancha no tuvo peso ofensivo, errando algunos tiros a pie firme y sin poder penetrar la defensa argentina. Solamente Esteban Batista lució incontenible, sobre todo en el primer cuarto. Luego entró el “gringo” Pelussi para marcarlo, logró frenarlo y el técnico uruguayo aprovechó para hacerlo descansar.

La parte emocionante de la noche fue la aparición de Hugo Sconochini en el primer cuarto, que jugó un par de minutos con una camiseta blanca (argentina lo hizo con azul), con su histórico número 10, y hasta se dio el gusto de meter un triple. Cuando Hernández lo mandó de nuevo al banco, Sconochini saludó a todos sus compañeros, uno por uno, luego fue al centro de la cancha, acompañado por la ovación del público, y besó el parquet del estadio de Newell´s, como rindiendo un tributo a lo que el básquetbol le dio.

De tal modo entre el partido del jueves y hoy, Argentina aunque de modo muy breve, les rindió homenaje a cuatro jugadores que formaron parte de la gloria de la selección escribiendo las páginas más brillantes de la historia de nuestro deporte.

El único punto en contra de la noche fue el golpe de Paolo Quinteros quien chocó en una cortina contra el pivote uruguayo Gastón Páez, quien se movió con su cadera y provocó un violento encontronazo con las costillas de Quinteros, quien pudo en el último cuarto reingresar a la cancha pero con visibles síntomas de dolor.

(Fuente: www.pickandroll.com.ar)

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