El fiscal general doctor Fabián Fernández Garello se hizo presente en la reunión del mediodía en la Municipalidad, cuando se le comunicó la decisión al intendente Gustavo Pulti. No obstante la cuestión de fondo no se puede resolver y los usuarios deben pagar las consecuencias. Evidentemente el fracaso de las investigaciones es evidente. Sacar un colectivo de línea, es como andar con una manada de elefantes por la calle.
Cuál es la inteligencia judicial y/o policial, que permite que no más de dos o tres personas, sigan actuando contra los intereses de la sociedad en su conjunto. ¿Cuántos pueden ser los autores de la destrucción total de unidades? Muy pocos. Los colectivos que se queman son unidades que están afectados al servicio, y por lo tanto resienten la calidad del mismo.
Porque debe llegarse al extremo de un paro que sufren los más desprotegidos, por la inacción de la justicia. ¿Nunca se pudo identificar a un sospechoso? ¿Nunca encontraron un bidón de nafta? ¿Nunca un ident-kit?
Falta decisión política y hay responsables que deben hacerse cargo de la situación. Mientras tanto trabajadores, ancianos, mujeres y niños deben salir a la calle y desplazarse sin una movilidad pública, que debe asegurar el gobierno nacional.
El secretario de Gobierno Ariel Ciano, estuvo en la UTA tratando de evitar el paro, pero es más de lo mismo. Hasta que no se decretó un paro y la gente se quedó en la calle, no hubo reacciones. La política de Gustavo Pulti y Fernández Garello propicia este tipo de situaciones.
