Política

Caso Boudou: Cerca de otro procesamiento, el vice analiza si pide licencia

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Amado Boudou pasó a la historia: es el primer vicepresidente de la República Argentina que fue procesado en funciones en una causa judicial que investiga delitos de corrupción. Y es muy probable que a ese antecedente único le sume pronto otro hito: un nuevo procesamiento mientras sigue en su puesto, esta vez en un expediente de la Justicia Federal en el que está imputado por un delito más acorde a las acusaciones que puede sufrir un descuidista que un vicepresidente, falsificar los papeles de uno de sus autos, un Honda rojo descapotable modelo CRX.

Boudou declarará el próximo miércoles como imputado frente al juez del caso Honda, Claudio Bonadio.

Fuentes judiciales que están al tanto de las pruebas recolectadas en la causa, y también de las argumentos defensivos del principal acusado, dan por descontado que el vice será procesado.

Frente a la posibilidad concreta de volver a sufrir un golpe judicial de ese estilo, y ante un escenario político donde incluso sus antiguos aliados le operan en contra, Boudou y sus asesores empezaron a analizar la posibilidad de que el vice pida licencia de su cargo. Así lo dejan trascender algunos de sus consejeros.

Incluso hay colaboradores suyos que iniciaron una recolección de documentos que tienen que ver con su pasado laboral en diferentes ámbitos profesionales, así como si estuvieran preparándose para una retirada.

Aunque la presidenta Cristina Kirchner decidió sostener a su vice sea como sea, lo cierto es que su situación judicial es cada vez más complicada.

Y las malas noticias que le llegan desde los tribunales terminaron por afectar su imagen pública: ahora es raleado con frecuencia y de modo explícito por la dirigencia kirchnerista.

El jefe del bloque de los senadores del kirchnerismo, Miguel Pichetto, le hizo llegar a la Casa Rosada el mensaje de que ya no aceptará liderar una defensa de Boudou en la Cámara alta si es que éste insiste con presidir las sesiones de ese cuerpo. “ Le tengo cariño a Amado, pero su deterioro es inmenso ”, le dijo a Clarín otro influyente senador nacional K, y agregó: “No pienso mover más un dedo por él. Algo tiene que hacer…”.

Esas palabras empezaron a surtir efecto en Boudou, que no admitirá en público que analiza dar un paso al costado aunque en privado estudie lo contrario.

Sus máximos enemigos en el oficialismo son el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Hasta su viejo amigo Martín Insaurralde suele repetir que Boudou “le está haciendo un daño gigante al Gobierno”.

Los problemas políticos y jurídicos que sufre el vice le provocaron desconfianza y mayor cuidado en sus movimientos: cree que puede estar siendo espiado por agentes estatales o privados.

En el corto plazo, al procesamiento de Boudou en el caso Ciccone se le sumará el avance de la investigación por su posible enriquecimiento ilícito en ese mismo expediente, entre otras complicaciones que le generarán en las dos decenas de causas judiciales en las que está imputado.

Dentro de tres días declarará en indagatoria en el expediente de los papeles falsos de su Honda CRX.

En la causa hay muchas pruebas en su contra.

El vehículo de la discordia fue comprado en una concesionaria por Boudou en 1993. Era usado. Su primer dueño se llamaba Cayetano Campione, quien en 1997 descubrió que en un registro automotor el auto seguía apareciendo como suyo: en ese entones hizo una denuncia de venta.

A pesar de que lo había comprado una década atrás, Boudou inscribió el Honda como propio en 2003. Fue en ese trámite en el que le cambió la radicación distrital, Buenos Aires la pasó a la Capital. Pero para hacerlo inscribió al vehículo en una dirección inexistente. En un legajo, además, identificó al motor con un número apócrifo.

En la causa de Bonadio se acusa a Boudou de haber cometido el delito de falsificación de documento. Y el de estafa.

Clarín

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