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Cáritas en ayuda de personas en situación de calle

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Todos los días desde las 18 y hasta las 8 pueden cobijarse y dormir bajo techo, pero también reciben una contención psicológica y desde este año pueden realizar cursos de capacitación laboral. De esta manera, se busca cumplir con el objetivo del hogar que es la reinserción familiar, social, laboral de los que allí se encuentran.

El Hogar está ubicado en Balcarce 5036 y se abre todos los días a las 18, la gente ingresa, toma la merienda, se baña y miran televisión. A las 21 es la cena, y a partir de las 23 hay clima de silencio para que todos descansen hasta las 8 de la mañana que cierra el hogar.

Mirta Salas, responsable del Hogar Nazaret, detalló sobre distintas cuestiones en las que desde que abrieron, en diciembre de 2007, pudieron avanzar, “mucha gente ha podido egresar voluntariamente porque han retomado sus vínculos con su familia, han conseguido trabajo, algunos volvieron a sus lugares de origen, se han ampliado las instalaciones del hogar. Inclusive también se están haciendo cursos, tenemos convenios con gremios para capacitarlos. Vienen voluntarios de la universidad, y están haciendo trámites de pensiones, jubilaciones, documentación y también tenemos la asistencia de una voluntaria que es psicóloga”.

Por otro lado, las necesidades se vinculan fundamentalmente con los voluntarios. “Yo creo que nos está faltando, como siempre digo, gente que venga a escucharlos, también profesionales, del área de la salud. La psicóloga está sola, así que no da a vasto. Pienso que tenemos que empezar a tomar desde las raíces la problemática de la gente, para que ellos puedan a través de todas estas posibilidades de cursos, salir adelante. Pero si no trabajamos desde la raíz es como que estamos haciendo un parche solamente. De todas maneras estoy conforme porque en estos años muchos han podido salir adelante” enfatizó Salas.

Adicciones: el principal problema

 

“La problemática principal son las adicciones, a través de esto ellos cortan todos los vínculos con las familias, y todo aquello que les permita salir adelante. Ingresan en las adicciones por la falta de trabajo. Y la principal por donde empiezan, es el juego. A lo mejor por esa fantasía de querer salvarse, y después de eso empiezan con otras como el alcohol, la droga para evadirse de la realidad” explicó la responsable del hogar, quien está todos los días con los que se alojan allí y en contacto con esta realidad que expresa.

En el Hogar Nazaret, también se trabaja en torno a esta problemática, a través de la Pastoral de la Drogadependencia que semanalmente, los miércoles, se reúne con los que están en el albergue. “A través de ellos hacemos derivaciones, pero todo depende de la voluntad de la gente para querer salir, dejarse ayudar. Por eso decimos siempre que todos tienen distintos tiempos” manifestó Mirta.

“Seguimos andando”

 

Desde este año, se puso en marcha una serie de acciones complementarias entre las que figura el programa, “Seguimos andando” que busca capacitar a los que deseen en diversas áreas. “Ahora estamos tramitando unos cursos con el gremio de los gastronómicos, de cocina y pastelería que arrancará después de las vacaciones de invierno y hasta noviembre” indicó Salas.

Los cursos, se dictan en el espacio cedido por la Capilla Nuestra Señora de Lourdes ubicada en 11 de septiembre entre Marconi y Primero de Mayo. Según detalló Mirta, se realizó una encuesta a las personas del hogar para ver cuáles eran las preferencias y necesidades en relación a la capacitación. “En base a eso fuimos buscando, algunos conseguimos, otros no. Por esta razón estamos necesitando también instructores que puedan capacitar a la gente, a lo mejor que no tengan título universitario, pero sí que tengan la posibilidad de enseñarles” consideró Salas. Y también destacó que algunas voluntarias de la Universidad Nacional están ayudando a algunas personas que sabían leer ni escribir y actualmente están aprendiendo.

Cómo seguir colaborando

 

Consultada sobre lo que se necesita para el Hogar Nazaret, Mirta Salas, enfatizó “cada vez que vienen los medios, aprovecho a agradecer porque, la comunidad es muy solidaria y siempre está”.

Si bien el Hogar Nazaret, se sustenta de donaciones de privados y también de un subsidio que recibe de la Municipalidad, hay elementos que siempre hacen falta como frazadas, toallas, elementos de higiene personal. También alimentos para la merienda como leche en polvo o para la cena fideos de sopa, caldos.

Aquellos que deseen realizar una colaboración en recursos económicos o materiales, por pequeña que sea, pueden acercarla directamente al Hogar desde las 18. También pueden hacerlo a Cáritas Diocesana de lunes a viernes de 8 a 14 en Chacabuco 4850, o llamar al 475 6565.

Finalmente, Mirta aprovechó para reforzar la invitación al espectáculo anual “Caridad con todos” que se realiza en su quinta edición, en el Teatro Colón. Será el próximo 2 de agosto y las entradas se venden en el teatro. “Es a beneficio de la Noche de la caridad, un grupo de parroquias que salen todos los días a repartir comida a la gente de la calle, y este Hogar también es parte de ese proyecto. Muchas personas ya conocen esta obra y colaboran muchísimo en este evento” concluyó la responsable del Hogar Nazaret.

En primera persona

 

“Llegué al hogar por una situación crítica, económicamente mala y estaba viviendo en la calle. Por intermedio de Mirta y de Cáritas me mandaron a este lugar, en el que tenemos una contención, cariño, afecto, y la sociedad nos ayuda. Esto nos permite seguir adelante y pensar en un futuro mejor” expresó Javier de 42 años, quien además contó que actualmente está cursando algunas materias libres de derecho. “El hogar nos hace abrir los ojos, y las puertas de la sociedad que, muchas veces estando en el calle, nos margina, yo me sentía marginado. Estando acá, con la psicóloga me hicieron ver que no tenía que sentirme así,  y gracias a Dios hoy no me siento marginado, me siento bien y la gente me brinda confianza. Esas son las cosas que agradezco a toda la gente del hogar, que nos quiere, que nos ayuda, con la convicción que lo hacen y esas son cosas impagables” señaló Javier.

Luis, de 56 años, expresó que para él lo más importante es la función que cumple el hogar, de ayuda y “de puertas abiertas más allá de credo, de temática personal, todos tiene una oportunidad”. También colabora en la cocina ayudando a servir “es una cosa que me hace sentir bien, y útil, y de alguna manera vas devolviendo todo lo que te dieron. Esa es una de las cosas más importantes. También la calidez de toda la gente, fundamentalmente de Mirta que es la encargada y que tiene un espíritu muy especial. Todo eso ayuda a que todos los días nos despertemos,  agradezcamos poder estar un día más bajo techo” detalló Luis. Luego explicó que su vida cambió “rotundamente” desde su ingreso al hogar, “porque empecé a aceptar un montón de situaciones y a compartir con mucha gente que antes rechazaba. Aprendí  a aceptar las temáticas de cada uno, por supuesto con ciertos límites, en tanto y en cuanto no me perjudiquen; y a ver que siempre hay una posibilidad más, que el de arriba siempre nos da y hay que saber aprovecharla” dijo Luis con un tono muy esperanzador.

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