Lo aseguró a este portal, el Director de la Oficina de Protección Integral a la Víctima, Gastón Herrera, quien acto seguido señaló que conjuntamente con el Gabinete de Prevención de la Secretaria de Seguridad y la Jefatura Departamental, “tenemos un promedio anual de 250 denuncias en los últimos cuatro años, y en gran parte se trata de adolescentes. Es por ello que desde el año pasado estamos desarrollando un protocolo de atención para buscar a personas desaparecidas”.
Refiriéndose específicamente a la fuga de menores, Herrera comentó que “no solamente hemos puesto nuestra atención en la búsqueda de los menores, que se fugan de sus hogares, sino también en el acompañamiento de esas familias, con los profesionales del área de Niñez y Adolescencia, para brindar atención psicológica, acomodar a esa familia y poder determinar el motivo de la fuga”.
El funcionario puntualizó, además, que “en los últimos tiempos, hemos detectado, en esta problemática, una vinculación con lo que denominamos “tribus”, que se han generado en la zona de La Catedral. Las cuales se han tornado no solo en un desafío para con los padres, sino también para con la autoridad policial y municipal a la hora de la búsqueda. En razón de ello estamos tratando de generar una mesa de trabajo, con la División de Niñez y Adolescencia, para ver cómo podemos abordar y cambiar esa situación”.
Por último, resaltó que “hemos tenido también casos niñas de 10 años. Lo cual, por supuesto, nos genera una preocupación muy importante, porque son criaturas que terminan recalando en la casa de otro integrante de esa “tribu”, con padres desconsiderados, que no se vinculan con esa criatura que está pernoctando en su domicilio, ni con la Municipalidad o con la policía, para ver que está pasando con esa criatura”, afirmando que “en todos los casos subyace un conflicto familiar”.
Roberto Latino Rodríguez
