Política

Buenos Aires y Santa Cruz, no son tan distintas, aunque parezcan

Vidal en el acto de asunción dijo, recibo una provincia fundida. Se tuvo que ir a vivir a una Base Militar, ya que no se garantizaba su seguridad en su domicilio particular en Castelar. En la misma unidad de las FF.AA. recibió indeseables visitas. Scioli dejó una provincia en llamas, pero no lo investigan como se requiere por decisión de la Casa Rosada y de La Plata. Marcos Peña, Federico Sturzenegger y Octavio Frigerio no le responden a Alicia Kirchner. Y el otro dato es que Daniel Scioli gobernó durante 8 años, la brasa ardiendo que tomó CAMBIEMOS.

Sin dinero en el tesoro de la Provincia, un ducto financiero se tendió desde Balcarce 50. No había forma de sobrellevar la gobernación sin el auxilio de la Nación. La provincia desasistida y abandonada por el kirchnerismo en todas sus expresiones, fueron penurias y humillaciones para los bonaerenses. Sin salud ni educación pública, rutas intransitables (hasta la propia autovía Juan Manuel Fangio) sin servicios ferroviarios, con la inseguridad en picos desconocidos, con la policía desarmada y articulada con el delito, con el narcotráfico instalado y consolidado etc.

Vidal con CAMBIEMOS, apoyada en muchos votos independientes, de la UCR y la Coalición Cívica, logró un éxito electoral en territorio generalmente afín a cualquier estampita del P.J. Debió operar de urgencia, en una provincia que estaba incendiada, que no podía pagar los sueldos de sus empleados públicos. Aprovechando la dispersión que provocó la derrota en el perokirchnerismo, Vidal salió a la caza de esos dirigentes perdedores tan propensos a identificarse con la billetera y el calor que da el poder.

Elisa Carrió había advertido que en la provincia de Buenos Aires, no la ayudaban (en la medida que era de esperar) con el aporte de pruebas sobre las denuncias de corrupción presentadas contra el gobierno de Daniel Scioli, en ese momento no mencionó a la gobernadora, pero dejó flotando la incertidumbre. Quién debería ayudarla sino la gobernadora. Carrió será candidata por la Capital Federal “María Eugenia no me quiere” dijo despejando todas las dudas, sobre la ruta política de la mandataria provincial. Hubo también otros episodios como el “Caso Bressi”, todavía no debidamente cerrados.

Vidal opinó que no resultaba importante ganar las próximas elecciones legislativas, luego debió volver sobre sus palabras y adjudicarle la importancia que realmente tienen. El 40 % del padrón nacional es determinante. Pero lejos del reconocimiento, flirteó y se desvió hacia el peronismo más rancio, el mismo que alimentó la fragua presidencial de Daniel Scioli. La consabida luna de miel como base de lanzamiento, su magnetismo, su capacidad de comunicar, su claridad, la han llevado a ser la política de mejor rating del país. Una condición que no tiene precio en la góndola de los políticos. Despierta y se deposita confianza en ella. Es sin dudas la mayor revelación política de las últimas décadas.

Se convertirá en el faro de las aspiraciones de CAMBIEMOS, obviamente todo el mundo le da la derecha y sus decisiones se pontifican. La tracción de ponerse la campaña al hombro, con listas encabezadas con candidatos inciertos, es un desafío impropio del momento que se juega. Muy posiblemente con Carrió encabezando la lista de senadores nacionales por la Provincia, y en tándem con el protagonismo de María Eugenia, se encogería el margen de riesgo sobre destino del resultado de las legislativas. Además se supone una traslación común de la voluntad hacia el final de la boleta, lo cual favorece al conjunto de la coalición. Vidal ha preferido privilegiar su individualismo, apostando fuerte a su impronta personal, y postergando el interés general de los bonaerenses. Casi un acto de arrojo ¿Cómo pensar que tanto Lilita como María Eugenia, juntas, pueden perder la provincia?

Hoy  CAMBIEMOS en la Provincia de Buenos Aires, ha decidido definitivamente no colaborar desde la política y desde la gestión, con la investigación de las causas por corrupción que a hurtadillas se pudieron abrir en la Provincia. Daniel Scioli y su gobierno la vaciaron, literalmente. No se trata de reducir la investigación sobre Alberto Pérez, el jefe de gabinete de Scioli de refinados gustos. No ha existido un espíritu de saber qué ocurrió con el dinero de los contribuyentes bonaerenses. Y este es el correlato que baja desde el PRO, tal vez se piense que dejando con aire a Scioli, el peronismo se observará más fragmentado, lo cual no se descarta, en definitiva política de vuelo bajo.

El caso de Rozas en el Chaco, en Santa Fe, en Córdoba, con  Yeza, el intendente de Pinamar impulsado a legislador, con la intromisión en Tandil rompiendo la UCR, alentado al tenista Mariano Zabaleta como aspirante a candidato a intendente, para desplazar al médico pediatra Miguel Lunghi que solo  ganó con el 70 % de los votos, las presiones sobre la movida de Lousteau en Capital Federal, van eslabonando una cadena de ambiciones políticas desmesuradas, en procura de ocupar espacios a fuerza de poder y billetera, pero sin democracia una excluyente característica del PRO. Deberían hacerse cargo del paquete que armaron en Mar del Plata, y saber si esa no es realmente su real capacidad de construcción en este tramo de la historia. Lo de General Pueyrredón, políticamente, es catastrófico.

Hoy el presidente Mauricio Macri reúne como nunca ocurrió en la historia del país, el poder nacional, de la Capital Federal y de la Provincia de Buenos Aires. Esos pilares son el trofeo inconmovible de una aceptación política que tiene como ejes a los ciudadanos independientes, a los radicales y a los votantes que le devolvieron el crédito a Elisa Carrió, segunda en las encuestas que incluyen al propio Macri.

Casi el 35 % del total de votos de 2015 (primera vuelta) puede ser el techo como objetivo a alcanzar el 23 de octubre. Hoy, a seis meses,  una aspiración de máxima en la cual cada uno de los votantes deberá ratificar con su voto la continuidad, que si bien no aparece amenazada, sólo se vuelve más real por la profunda división existente en la oferta de la oposición, por lo menos en tres expresiones más fuertes Frente Renovador (Stolbizer-Roberto Lavagna), un hábitat del P.J. que reniega de La Cámpora y el residual K que según las encuestas tiene mínimas chances, según lo decida CFK, a quien por estas horas no la quieren ni en Santa Cruz.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

2 Comentarios

  1. excelente!!!
    Buenos Aires ha sido peor gestionada .Yoli debería estar preso

  2. Santa Cruz era sostenida por el anterior gobierno mientras se llevaban todo lo que podían;ahora la gobernadora dice que no la ayudan,no se escucha una propuesta propia y dice que” quieren su cabeza”no creo que alguien tenga mal gusto.Mejor busquen los zócalos,traigan lo que tienen afuera y revisen el mausoleo.

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