El Gobierno chino alertó a su par argentino sobre la imposición de una barrera sanitaria vinculada al langostino, una especie con creciente demanda en ese mercado.
Según pudo saber Pescare.com.ar, las firmas fueron notificadas en las últimas horas por la Subsecretaría de Pesca de la Nación. El texto señala que los asiáticos rechazarán todo cargamento de langostino con presencia de sulfitos, utilizado habitualmente con fines conservantes.
Más precisamente, la Oficina de Inspección y Cuarentena (CIQ) de Qingdao comenzará a controlar la presencia de estos compuestos a partir de lo establecido en la “Norma higiénica para el uso de aditivos alimentarios (GB 2760/2011)”.
Como la regla no establece límites específicos de sulfitos para productos de la pesca (sí lo hace para otros alimentos y bebidas), se interpreta que no está permitido su uso en el sector.
La normativa original y traducciones no oficiales están disponibles en el sitio web de la Consejería Agrícola Argentina en la República Popular China.
“Tomando en cuenta que los langostinos argentinos están envasados para su venta directa al público, van a hacer un control más exigente”, resaltaron las autoridades locales.
En este sentido, trascendió que los responsables de la CIQ harán controles al azar sobre los embarques que no declaren en su etiqueta el contenido de sulfitos, regularmente empleados en la industria para evitar el ennegrecimiento del producto.
Derivado del azufre, los sulfitos actúan como inhibidores del deterioro provocado por bacterias, hongos y levaduras, así como las reacciones de pardeamiento enzimático y no enzimático que tienen lugar durante el procesamiento.
Vale señalar que China representó en 2013 un mercado de 70,8 millones de dólares para el langostino patagónico. Durante el año pasado, las ventas a ese país dieron un salto del 114 por ciento, abriendo nuevas expectativas de nuevos negocios.
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