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Aumenta el miedo de los choferes: “no hay quien quiera trabajar en un taxi a la noche”

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En el Día del Taxista, el presidente de la Sociedad Conductores de Taxis de Mar del Plata, Raúl Vicente, aseguró ante la prensa local que los taxistas siguen tan preocupados por la inseguridad como antes del crimen del compañero Guillermo Koiv y criticó a las autoridades porque su promesa de sumar presencia policial en los barrios un perduró ene l tiempo.

Sumado a ello, el empresario denunció un debilitamiento de los operativos preventivos en la actualidad. “En menos de 35 días estamos hablando de dos taxistas muertos y un compañero internado en grave estado”, subrayó.

Asimismo, reveló que la problemática aumenta en el horario nocturno y prueba de ello es que “los peones de taxis se están bajando e insisto, en la ciudad con mayor desocupación del país, no hay quien quiera trabajar en un taxi a la noche”.

Seguidamente, expresó su disgusto por el hecho de que luego de años, docenas de reuniones así como compromisos con autoridades políticas y de seguridad, “no nos basta con que anuncien que se pondrá en marcha el Comando de Patrullas o que habrá una policía municipal”.

Y explicó: “Sabemos perfectamente que si no hay alguna forma que los delincuentes queden detenidos cuando cometen un delito, estos sujetos tienen una impunidad que deriva en que vuelvan a delinquir”.

“Si no surge una solución de forma paralela por parte de la justicia, nosotros sabemos que esto no se va a solucionar aunque pongan un policía en cada esquina”, afirmó mientras que también remarcó: “tenemos dos taxistas muertos y ninguno de los autores de esos hechos detenidos”.

Finalmente, ante la consulta por la posibilidad de que muchos taxistas trabajen armados, Vicente señaló: “No es lo correcto aunque no digo que no haya taxistas armados”.

Nova

2 Comentarios

  1. Lo dije siempre: la inseguridad se soluciona –principalmente– construyendo nuevas cárceles, pues la puerta giratoria y las indignantes excarcelaciones se deben a que no hay lugar donde guardar tantos delincuentes.
    En 1960 se inauguró la última gran penitenciaría del país: la UP XV de Batán. Desde entonces, mientras la población y la delincuencia crecían exponencialmente, los presos que no cabían en las cárceles se los alojaba en las comisarías, hasta que este paliativo estalló.
    Más de medio siglo después de Batán, en que la población del país se duplicó y el delito se quintuplicó, ¿a nadie se le ocurre construir nuevas cárceles?

  2. Gracias Néstor como siempre.

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