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Antonio Pereira, el soldado marplatense que libró junto a Frondizi, “La Batalla del Petróleo”

Antonio Pereira el ex diputado nacional marplatense,  recuerda en exclusiva para mdphoy.com, los duros años del mandato presidencial de Arturo Frondizi, en particular la lucha y la presión interna y externa, civil y militar, que debieron sufrir desde el poder, por parte de quienes se oponían a la política petrolera del presidente constitucional, destituido por el golpe militar que dejó en el poder a José María Guido en 1962. Pereira repasa una etapa de la historia petrolera nacional que marcó a fuego el país:

“El tema estalló por estos días. Con una onda mayoritariamente favorable a la medida tomada por el gobierno. Pero también se advierten expresiones internas y externas que pasan por lo absurdo. Son, evidentemente, manifestaciones propias de un tiempo que ya no es. Aunque todavía nos tome como hace más 200 años, litigando por nuestra soberanía ante una de las casas reinantes en Europa, de más rancia tradición colonialista como es la de los Borbones, su corte, sus aliados y sus funcionarios por riquezas que se llevaron y se siguen llevando.

Quizás desde el virreinato de 1810, que España no se nutre tanto de nosotros como lo viene haciendo impunemente desde la vorágine depredadora de los ´90, impulsada por el Consejo de Washinton y favorecida por el Proceso Cívico Militar anterior, y bueno es decirlo, por la acción mediática cultural y política de los caballeros de siempre  y nuestra propia tendencia a aceptar la pedagogía colonialista que nos proponen de afuera y sus colaboradores nativos.

El actual debate por YPF es una muestra que avergüenza, pero deja al descubierto a los apóstoles de la entrega, que todavía los hay y a buena parte de los organismos internacionales, creados luego de la última guerra para alinear el llamado mundo occidental y cristiano. Hasta hace poco en nuestra región alineado por dictaduras militares genocidas. Actualmente, como decimos, capitales españoles y asociados explotan sin pudor empresas como telefónicas con tarifas exorbitantes, bancos, bingos, casinos, tragamonedas, compañías constructoras y de servicios públicos, que serían respetables si lo hicieron con lógica empresaria y cierta ética, por no son empresas de beneficencia. Pero lo de Repsol rompe las barreras del asombro. Compró no sabemos a quién, las acciones de YPF, que el gobierno de entonces había desparramado por el mundo a un precio vil (unos U$S 5.000.000.000.-) en parte pagados por bonos depreciados de la deuda pública. Sin duda que estarían en manos de un sector financiero amigo, porque en poco tiempo pasaron en U$S 15.000.000.000.- a Repsol que comenzó la explotación hasta prácticamente agotar las reservas cubicadas que enviaba a España junto con las ganancias y con éstas invertía en cuencas más propicias, por el menor riesgo minero, como en Libia, México y Ecuador, transformándose con nuestros recursos en una importante empresa petrolífera internacional.

Recursos que no son primarios sino estratégicos, vitales para el desarrollo de nuestra vida y economía y no renovables. ¿Podríamos decir cómo no se lo advirtió antes de que causara tanto daño? pues desde el año pasado pasamos a importar por casi todo el saldo de la balanza comercial unos U$S 10.000.000.000.-, no lo sabemos. Pero puede haber algunos indicios, por ejemplo era imposible una sanción legislativa favorable hace solamente seis meses, cuando predominaba la oposición.

A resultado de las elecciones de 2009, o en el 2008, en medio del desgaste para el gobierno, del conflicto agrario que unió a los sectores de la derecha y la izquierda y a la prensa dominante. En fin son muchas especulaciones, que pueden hacerse pero lo importante es aquí y ahora. Se ha tomado una decisión trascendente, ajustada a derecho y al buen sentido.

La relación jurídica está enmarcada en el Tratado Bilateral de Inversiones que el gobierno de los ´90 revoleó por todos lados, Brasil y otros países no firmaron ninguno. En ese tratado como también en resoluciones  de la ONU en la propia constitución española  (art 128) se admite la expropiación por razones de utilidad pública, que en nuestro caso, y al límite que hemos llegado, resulta ocioso pedir pruebas. Se condiciona a que no sea discriminatorio y que tenga una indemnización razonable y en tiempo. La tasación para ese pago, corre por cuenta del tribunal de tasación argentino, pero si en 18 meses no concluye o no es aceptada por parte de la expropiada, ésta puede concurrir al temible CIADI. Tribunal dependiente del Banco Mundial, que ya nos ha condenado en dos o tres casos, por no pagar las tarifas dolarizadas que se habían pactado. También en los ´90 con las empresas prestadoras de servicios durante la convertibilidad. Pero el trámite, el fallo y el cumplimiento sin dudas demandarán años. Y en ese caso YPF nacionalizada, si se la conduce bien, dejará ganancias suficientes para afrontar ese gasto. Por lo pronto Brufau, que amenazó cuanto pudo antes de la medida, a los 2 días le puso precio: U$S 10.000.000.000.-

Otra de las falacias con que tratan de asustar los “expertos” y ex secretarios de Energía asociados, que en su momento no hicieron nada y hasta celebraron la nulidad de los contratos petroleros, con que Frondizi logró el autoabastecimiento en tres años, es que se necesitarán U$S 40.000.000.000.- en inversión para recuperar el autoabastecimiento. Y lo dicen sin pestañar. En la técnica minera, con la producción se va financiando la exploración, cosa que no hizo Repsol.

Y a un costo de U$S 1.000.000.- por pozo, U$S 1.000.000.000.- para comenzar no insumirán tanto. También se debe trabajar en la recuperación de los pozos y en otros no bien explotados, porque se chantajeaba con la escasez, para que se le subieran los precios del consumo interno.  Una catarata de mentiras e improperios como en la época de Frondizi, muy poco reconocido en estos momentos, como cuando tomó la decisión histórica de lanzar la Batalla del Petróleo, el 24 de julio de 1958.

Han pasado más de 50 años y estamos ante la misma situación: imposibilidad de importar por falta de divisas y riesgo de paralizar la industria, el transporte, y la actividad rural con el consiguiente desempleo, atraso, miseria y enfrentamiento. No queda otra que recurrir a nuestro petróleo, aunque ladren los que se quedaron en un tiempo que ya no es. Tampoco es cierto que nos vamos del mundo, del mundo de los negocios querrán decir, porque en este mundo lo que prevalece no es la amistad ni los buenos gestos, sino los intereses y el petróleo por el que se desatan guerras. Es un negocio que interesa, y si bien no somos un país petrolero, somos un país con petróleo para nuestras necesidades actuales, que son mucho y un poco más para reserva, si realmente se atiende esa importante industria. Hace unos años nadie imaginaba que había hidrocarburos en Formosa o La Pampa, ahora hay. También aparece petróleo no convencional, que al precio que puede llegar dentro de unos meses, ante la evolución negativa y peligrosa ante el conflicto con Irán, lo haría redituable. Además no se discute que no tenemos gas. Ya la empresa francesa Total se comprometió a intensificar su producción y sin dudas contaremos con la colaboración y mayor actividad de empresas como Petrobras, Pedevesa y otras interesadas en la actividad, que en poco tiempo dejará como agoreras torpes e interesadas, a muchas de las afirmaciones irresponsables con que tratan de aturdirnos ahora.

También algunas de las revelaciones que surgirán causarán asombro, por la forma en que Repsol se condujo en el país. También es de advertir que al no ponerse un peso en ampliar destilerías, la capacidad de refinar para producir combustibles, está llegando al tope y el consumo como consecuencia la mayor actividad agropecuaria y el crecimiento del transporte automotor, requiere cada vez de mayor cantidad de combustible.

Lo que queda, para empezar, son unos $ 9.000.000.000.- de ganancias del año pasado que Repsol pretendía repatriar como dividendos y los jugosos pagos a sus directivos. El catalán Brufau, presidente del directorio, cobró por honorarios y otras bonificaciones, aproximadamente U$S 10.000.000.- en el 2011. Es de esperar que nuestros futuros directivos no aspiren a tanto y pongan a YPF en el rumbo que le fijaron Yrigoyen, Mosconi, Perón y Frondizi, y ahora Cristina Fernández, quien asumió la actual patriada, más allá de la parcialidad y partidismo como lo asumieron algunos referentes de la oposición”.

 

Antonio Pereira

Ex diputado nacional

Trayectoria política

Vale recordar que Antonio Pereira acredita una participación en el Ateneo Moisés Lebensohn y adhirió a la UCRI y al proyecto político de Arturo Frondizi. En 1958 fue candidato a diputado nacional y a mediados de 1960 fue designado director general de Gobierno por el gobernador Oscar Alende. En tanto, en 1963 fue electo diputado nacional por la UCRI, función desde la cual realizó diversas tareas para Mar del Plata.

Más adelante, fue reelecto diputado nacional en 1973 por el MID en el FREJULI. Y entre los años 1984-1987 trabajó en el Diario El Atlántico, Crónica, y El Mundo como columnista político.

 

Un comentario

  1. Pereira: no hay tal patriada.esta gente es complice de la privatización menemista y complice del vaciamiento de YPF y responsables en principio políticamente de la actual crisis del sistema energetico n general y del sistema de transporte vinculado. Esta gente ha pervertido las mejores tradiciones ideológicas para fines politicos oscuros.Cuando las cosas se hacen corrupciónmediante los malos resultados estana la vuelta de la esquina.No quiero este tipo de patriotas multimillonarios que un dia dicen una cosa y otro día hacen otra.Pregunto; por que no nacionalizamos el 100% de la empresa.Que hacemos con el grupo ezquenazi virtual propietario de una parte que paga con dividendos que este gobierno permtio sobregirar?-Esto no fue una patriada es una salida desesperada.Si hubiera justicia deberían estar presos los responsables de estos atropellos a la dignidad y a la soberania de la Patria.Por favor borre a Cristina de la lista de notables patriotas no ha demostrada nada aun para merecer esa nomina.

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