Policiales

Ante una ola de delitos violentos, Mar del Plata pide la Gendarmería

gendarmeriaSe repiten y nunca parecen ser suficientes los remedios provinciales para frenar la ola de delitos violentos en esta ciudad.

Con más pena que gloria pasaron en 2009 y 2013 las dos intervenciones de Prefectura Naval para multiplicar la presencia de uniformados en la calle. Por eso, el intendente Gustavo Pulti le planteó ahora a la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez, el envío de una unidad de inteligencia de la Gendarmería, con el objetivo de llegar al fondo del problema.

El delito está afianzado en el distrito y el caudal de violencia cotidiana se acelera. En lo que va del trimestre ya se registraron 28 homicidios, casi un 65% más que en igual período del año pasado, cuando se registraron 17.

Aquí ya nadie se siente a salvo. En la lista de asesinados hay desde buscavidas hasta el ayudante de un fiscal. Incluso, en menos de 48 horas, mataron a dos personas muy cercanas en afectos al jefe comunal, incluido el citado funcionario judicial.

En la fría estadística hay un poco de todo. Homicidios en asaltos y entraderas y, sobre todo, mucha sangre derramada y vidas perdidas en un abanico que incluye ajustes de cuentas, conflictos familiares y riñas.

El último fin de semana largo fue mortal y casi sin antecedentes: se cometieron cinco homicidios. En medio se sumó un sexto con la confirmación del deceso de una víctima de robo tras una agonía de más de seis días.

Tras estos episodios, el jefe de la Policía, comisario general Hugo Matzkin, se instaló en esta ciudad con el objetivo de revisar la disponibilidad de personal y volcar más efectivos a la calle en funciones específicas, en particular las enfocadas en esclarecimiento de delitos.

El pedido de la Gendarmería que hizo Pulti se reactivó en las últimas horas, pero data ya desde hace varias semanas. Y aclaró que golpear la puerta de esta fuerza no implica apuntar a más patrullajes. “Así como respaldamos el pedido del fiscal general Fabián Fernández Garello para que se fortalezca el área de investigaciones de la policía provincial y ya se incorporó más gente, de la misma manera pedimos similar fortalecimiento desde las fuerzas federales”, explicó a LA NACION. Dijo que con esfuerzos como el planteado se busca “desbaratar bandas que operan en la trastienda del delito que se manifiesta en la superficie”.

Matzkin tiene claro este pedido que desde el municipio se hizo al gobierno nacional, reconoce que es una potestad de los gobiernos comunales y avala la complementariedad de esfuerzos entre fuerzas de seguridad. “La coexistencia autocontrola”, sostuvo al respecto. Pone como ejemplo lo que ya empezó a ocurrir en algunos distritos de la provincia con la puesta en servicio de las policías locales. “Es muy bueno trabajar con recursos diferentes”, repitió.

Mar del Plata también tendrá su propia policía local, pero dentro de un año, aunque las prácticas de calle de los aspirantes comenzarán en septiembre. Hubo 3000 inscriptos para 702 efectivos que ya desde la instrucción y luego como egresados estarán al comando del comisionado Fernando Telpuk, quien fue un alto funcionario de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Los asaltos a mano armada son moneda corriente en esta ciudad. Roban, pero además matan. Así ocurrió con casos en los que las víctimas eran adultos mayores con los que, aun cuando resultan fáciles de atacar y mucho más de controlar, aplicaron brutalidad en niveles de atrocidad. Otros, víctimas de la misma saña, pudieron vivir para contarlo.

La última víctima de un homicidio fue Atilio Canale, ayudante del fiscal de Pinamar. Vivía con su esposa y tres hijas en el barrio Parque Luro, de Mar del Plata, pero trabajaba en General Madariaga. El martes por la noche había ingresado su auto en el garaje cuando fue atacado por uno o más desconocidos. Recibió un tiro en el pecho. Su familia sólo oyó el disparo, algunos gritos y una moto que se alejaba. Murió en una patrulla policial, camino al hospital. Se presume que intentaron asaltarlo, pero aún hay otras hipótesis abiertas porque escasean las pistas y ni siquiera hay sospechosos.

La modalidad denominada “entradera”, que parece coincidir con el caso Canale, está acentuada en la ciudad. En similares circunstancias mataron a Ricardo Locatelli, cuando entraba a su casa de Falucho al 7700, en la zona oeste de la ciudad. Le pegaron en la cabeza con un objeto contundente y sólo le llevaron el teléfono celular y algo de dinero. El hecho fue hace doce días y desde entonces la víctima estuvo en terapia intensiva, hasta que falleció el martes pasado.

La “conurbanización”

Hace un año, en estas mismas páginas y luego de una seguidilla de tres crímenes en pocos días, el fiscal general Fabián Fernández Garello anticipaba el fenómeno que denominó “conurbanización” del distrito. La definición apuntaba a vincular el nivel de violencia delictiva que asomaba en la ciudad con similar perfil de hechos que era bien propio de las zonas más conflictivas del Gran Buenos Aires.

Desde entonces, la situación se tornó similar o peor. El delito tiene una presencia sostenida y apenas si se logró algún respiro durante el pico de esta temporada veraniega a fuerza de presencia policial redoblada, en buena medida por el tradicional Operativo Sol, que pone el foco en las zonas céntricas.

Ahora es la periferia, cada vez más amplia y sin lugar a dudas, la zona caliente. Hasta los homicidios tienen una constante en puntos alejados del centro. Los duelos entre bandas están por allí a la orden del día.

Prórroga de la emergencia en seguridad

En el Concejo Deliberante se planteó la formalización de un pedido al gobernador Daniel Scioli para que extienda la declaración de emergencia en seguridad que rige en la provincia y que vence en los primeros días de abril. En un acto realizado aquí ante flamantes oficiales de policía, Scioli había anticipado que no prorrogará esta medida excepcional, porque considera que los objetivos estaban cumplidos. Entre ellos enumeró la ampliación del plantel de uniformados y de la dotación de móviles, como una sensible merma en la cantidad de delitos. El panorama que se vive en Mar del Plata contrasta con aquel diagnóstico. Por tal motivo, los legisladores locales exigieron que se atienda el particular momento del distrito, donde los principales movimientos se están dando por cambios de nombres. Hace un mes que, en la Jefatura Departamental Mar del Plata, fue designado un nuevo jefe, el comisario mayor Adrián Castelli. El titular de la fuerza de seguridad, comisario general Hugo Matzkin, dispuso que se sumaran 120 efectivos policiales de refuerzo, más patrulleros, motos, además de un helicóptero.

La Nación

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2 Comentarios

  1. si seguimos poniendo presencia de policía gendarmería perfectura ustedes piensan que la delincuencia va a salir con tanta presencia en las calles van a esperar como siempre que se vallan los refuerzos y volverán a hacer de las suyas.
    que les parece si optamos por salir a hacer inteligencia y dejarlos presos aso cada vez que en mar del plata hay una entradera una salidera un homicidio no nos dicen que el detenido tenia frondosos antecedentes y algún juez mas que inteligente apelo a su teoría de interpretar la justicia y vuelve a soltarlo. saben como se resuelven las enfermedades con vacunas efectivas haciendo desaparecer el virus a ver si en algún momento alguien pienza
    abrazos

  2. La policia si quiere sabe donde estan, hay que aplicar correctivos, MUERTO EL PERRO SE ACABO LA RABIA, porque nos estan matando a nosotros y los delincuentes trabajan con total impunidad, saben que en unos dias estan libres de nuevo

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