Ciudad, Información General

Ante los avances de las topadoras, vecinos sembraron nuevas plantas en la Reserva del Puerto

Ante el avance de las maquinarias que desarrollan las obras para el club Aldosivi, integrantes de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados Trabajando en Acción por la Reserva (Avatar) y ciudadanos que se acercaron a acompañar la actividad, sembraron nuevas plantas al costado de la canaleta que se abrió en medio de la Reserva Natural del Puerto, a pesar de que los trabajos fueron cancelados por orden de la OPDS, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible.

En este marco, María José Solís, encargada del Departamento Educativo de la Función de la Reserva y voluntaria de los vecinos autoconvocados, planteó: “En las últimas dos semanas hubo un avance de los trabajos que legalmente están clausurados por la Provincia de Buenos Aires. El OPDS los clausuró hace más de seis meses, el 14 de octubre de 2011, pero ellos han continuado. La excusa esta vez era una especie de canaleta grande de desagüe, que avanzó bastante adentro de la Reserva, por fuera de los terrenos que ellos tienen ocupados”.

“Los límites en algún momento estuvieron pero fueron borrados a partir de que Aldosivi movió sus alambrados y tiró abajo los paredones que lo separaban de la Reserva”, cuestionó.

Esta mañana un grupo de vecinos autoconvocados ingresó al lugar, por la Reserva –sin entrar por el predio del club- caminó entre las plantas y en el borde, sin tapar la canaleta, se transplantaron especies nativas. Además se realizó un desayuno de trabajo y una asamblea en el lugar.

Actualmente el conflicto se encuentra en una etapa de mediación, en la que interviene la Municipalidad de General Pueyrredon y el Colegio de Abogados. “Lo que está en cuestión en la mediación son los límites, no se discute lo que ya está en la ley. Las obras del club fueron clausuradas por la Provincia de Buenos Aires, eso no está en discusión. La clausura no se puede violar y tampoco está en cuestionamiento si la Reserva es reserva o no lo es”, determinó Solís.

Enseguida sumó: “Tanto la Fundación Reserva Natural Puerto Mar del Plata como los vecinos autoconvocados trabajando por la Reserva están realizando en este momento cuatro acciones legales que están en curso para defender el espacio”.

En este sentido, la vecina dio cuenta del impacto que ya se siente en la Reserva, ante el avance de las obras –sin autorización- del club. “Para medir el impacto hay que hacer estudios. A simple vista parece grande, a pesar de que algo de la vegetación se ha recuperado, hay especies que tardarán muchos años en volver a nacer. No está la tierra pelada y arrasada como se veía hace tres o cuatro meses. La naturaleza de alguna manera cicatriza sus heridas. Si bien la gente piensa que es un yuyal, tiene un componente alto de especies exóticas, como cardos, pero que permiten que luego crezca otra vegetación como las cortaderas, que era el pastizal natural de especies nativas que es lo que principalmente se arrasó en la zona”.

Luego, Solís dio cuenta de la importancia de una reserva en cualquier localidad. “Las reservas urbanas son importantes para todas las ciudades. Le brindan servicios ambientales que de otra manera las ciudades no los tendrían. Si están dentro del ejido urbano, entonces tienen un valor mucho mayor. Son un pulmón para la ciudad, son una zona de amortiguación entre –en este caso- una zona industrial portuaria y la zona residencial y turística, como son los balnearios de Punta Mogotes”, explicó en primera instancia.

“También esta Reserva –sumó- se hace cargo del agua sobrante de las calles de Punta Mogotes y el barrio Colinas de Peralta Ramos, que baja por los desagües pluviales y desaguan en la laguna de la Reserva. Si este espacio se tapa, lo que se va a inundar es lo que hagan ahí: fábricas del puerto como quiere el Consorcio o un estadio”.

A su vez, la Reserva Natural del Puerto es uno de los pocos lugares que tienen los acuíferos naturales de la ciudad para recargarse. “Si terminamos asfaltando todo, hay muy pocos lugares por los que pueda ser captada el agua para filtrarse y cargar los acuíferos”, apuntó la titular del departamento educativo de la Fundación Reserva Natural del Puerto.

Además, recordó que se trata de un reservorio de biodiversidad: “Un lugar donde hay muchísimas más aves que el resto de la ciudad. En cualquier plaza uno puede ver como mucho 20 especies de aves y en la reserva, un día cualquiera, puede ver 60 o 70 especies, y a lo largo de un año alrededor de 170. Es una biodiversidad muy alta, para un lugar tan pequeño y que encima está dentro de la ciudad”.

Más allá de esto, indicó que se trata de “un aula a cielo abierto”, que visitan gratuitamente miles de chicos cada año, en visitas guiadas. “Los alumnos pueden ver en vivo y en directo lo que ven ellos en sus manuales. Se divierten mucho, la pasan bien, conocen el lugar y terminan queriéndolo y apoyándolo mucho”, aseguró Solís.

La realidad marca que actualmente cerca del 20 por ciento de la laguna de la Reserva está rellenada o alterada. Con la convicción de defender este espacio ambiental, los vecinos se seguirán reuniendo y llevando adelante acciones –tanto de manera directa como por la vía judicial- que vayan en ese sentido.

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