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Alvarado a pie firme en la Reválida; derrotó 2 a 0 a la CAI en el Minella

0009786865Estaba claro lo que quería el cuerpo técnico y el plantel de Alvarado para la Reválida: ganar todo de local, alejarse rápidamente del descenso y pensar en la lucha por el segundo ascenso. Efectivo en el primer tiempo, sólido en el segundo, el conjunto de Duilio Botella se quedó con los tres puntos en casa, hizo valer el que se trajo de Santa Rosa y estiró a once los partidos sin perder. Con dos goles de Laureano Tello, el “torito” le ganó bien a la CAI de Comodoro Rivadavia en el Minella y se afirma en la Zona A del Torneo Federal A.

El planteo ofensivo, sin jugadores de contención en la mitad de la cancha y tres delanteros, podía ser un arma de doble filo. Significaba mayor vocación ofensiva, pero podía generar desajustes en defensa. Y se sufrió en el comienzo del encuentro, cuando los sureños tuvieron dos acciones claras ideadas por Jesús Molina, una por cada lado, que ni Sergio Núñez (erró un gol increíble con el arco libre), ni Lucas Reynoso (definió débil y permitió el despeje de Ramiro Jorge), supieron aprovechar.

La CAI no lo golpeó en las chances que tuvo y después Alvarado tomó el control del partido, manejó la pelota, desniveló permanentemente con Francisco Molina por la izquierda y tuvo sus opciones para abrir el marcador. Cortadi no le dio dirección a un centro fuerte del zurdo y después no se definió si centro o tiro al arco tras una habilitación de Corti y la desperdició. Hasta que a los 37′, no perdonó. Molina volvió a ganar por su sector, se sacó la marca de encima, metió el centro que Roda peleó entre los centrales, el rebote quedó servido y el que apareció fue Laureano Tello, que venía haciendo la diagonal, se encontró con la pelota suelta y la tocó suave contra el caño derecho de Ronco.

El primer paso estaba cumplido, lograr la ventaja, irse arriba al vestuario y no cargar con la presión en el complemento de tener que ganarlo y dejar más espacios para jugadores de buen pie como los de Armando Tula. Pero no fue todo. Porque el que quiere uno quiere dos y el “torito” lo quiso. Pudo estirar la ventaja con una definición de Cortadi por encima del arquero que quedó corta y cayó en las manos, y antes del pitazo final de la etapa, asestó el golpe de kot. Molina, indetenible para Reynoso, lo eludió una vez más en el uno contra uno, asistió de manera notable a Roda que la bajó bárbaro, perdió el mano a mano con Ronco, pero el rebote fue a donde estaba llegando Tello que se llenó el empeine y llevó a Alvarado al entretiempo con dos de luz.

Cómodo, contento, conforme, había que mantener la diferencia para no sufrir y, de ser posible, alargarla aún más. Castillo hizo una jugada bárbara pero se enredó y no alcanzó a definir. En la siguiente, CAI tuvo el descuento en los pies de Molina, que capturó un centro-tiro al arco de Benítez que cruzó todo el arco y, dentro del área chica, el delantero la levantó y la estrelló contra el travesaño, para que una vez la fortuna esté del lado de Alvarado.

Desperdiciar esa ocasión, derrumbó a la visita que siguió con sus armas, pero con menos convicción, sin profundidad. Y la pelota fue posesión del “torito” que pudo haber metido al menos un gol más. Los dos que hizo fueron anulados (uno a Roda y otro a Jorge) por offside y falta, respectivamente, y erró un par increíbles, sobre todo Castillo que sigue haciendo un trabajo muy importante para el equipo, pero no puede cortar la sequía en Mar del Plata.

Con los ingresos de Machado y González, el partido se terminó. Alvarado no profundizó tanto los ataques, pero se adueñó definitivamente de la pelota y, cuando aceleraba, parecía que podía lastimar. No lo hizo, pero tampoco pasó sobresaltos, por lo que el final fue a pura fiesta, con la alegría de haber vuelto a ganar en casa, cortar la racha de tres empates consecutivos, y estirar a once los partidos sin perder, para tener el objetivo de la permanencia en la palma de la mano y comenzar a pensar definitivamente en la lucha por el segundo ascenso.

Foto: archivo

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