Esto es así porque Vilma Baragiola representa para todos el principal obstáculo en sus ambiciones del poder.
Los artífices de esta práctica se escudan en supuestas cuestiones éticas y actúan desde las sombras con las herramientas sucias de la vieja política, pero dejando rastros en todo su accionar. Realizando campañas anónimas en redes sociales, pintadas en paredones, impresión de afiches, panfletos y generando rumores.
El bloque de concejales y el partido Radical denunció la situación en la Justicia, y en las actuaciones judiciales se dejó en claro que nunca existió un pedido de dinero para ningún efecto.
Pese a eso los destituyentes continúan con su estrategia montándose sobre una cámara oculta compaginada intencionalmente, que usan como excusa para hablar de crisis y pedir la separación de la presidenta del concejo.
Situación de crisis que no se materializa en el desarrollo de la tarea cotidiana, tanto las comisiones, las actividades de los concejales dentro y fuera del concejo, el ingreso de proyectos y la misma sesión que se llevó a cabo el último viernes donde se planteara esta situación y se rechazara la rendición de cuentas del municipio por cerrar en rojo son el ejemplo contundente que el concejo sigue funcionando.
La verdadera crisis es la que pretenden esconder, vinculada a la corrupción generada en la causa de las licencias truchas, el cierre en rojo del presupuesto municipal, el procesamiento de funcionarios municipales como también la desviación de partidas sociales y sobretodo el desmedido gasto en publicidad por todos comprobado en las campañas del 2013.
Los concejales del bloque, los dirigentes y militantes del partido entendieron que se trata de una oscura conspiración y con su acompañamiento permanente repudian esta situación.
Todos tenemos en claro a quienes beneficiaría la destitución de Vilma.
