Las intrigas palaciegas vuelven a arremolinarse en torno al estrado presidencial del Cuerpo Deliberativo. En algunos corrillos circula el rumor que “Pulti va a jugar a fondo. Porque quiere bajar a “Nico” Maiorano a cualquier precio”.
Opinando sotto voce, un concejal desliza que “sí hay alguien que piensa que los kirchneristas votarán al massista Lucas Fiorini para la Presidencia del HCD, no entiende nada de política nacional. Y si no hubiera un egoísmo tan marcado en el bloque K, con la abstención del massismo, Acción Marplatense ya tendría asegurados los votos para ungir a Daniel Rodríguez como el nuevo presidente”.
Volviendo a advertirnos, con aire ufano y enigmático, que “sin embargo, no olvides que en una oportunidad, además de decirte que hay que sobrevolar la miserias, te alerté que de los laberintos se sale por arriba”.
Después de la escandaloso día de furia camionera, que puso nuevamente en boca de los medios nacionales a un Concejo Deliberante presidido por un edil radical, que “corrió en paralelo” con la febril búsqueda de votos y acuerdos entre bastidores, para “desplazarlo” del estrado presidencial, sobrevino el duro cuestionamiento del edil oficialista Javier Woollands.
El otrora vecinalista pediría a su bancada “que analice seriamente si vamos a votar la reelección de Maiorano al frente del HCD. Hoy quiso trompear al `Cholito´ Ciano y le dijo, textualmente, que lo iba a matar a él y a los hijos”.
La otra estocada corrió por cuenta de la ex campeona mundial de patín Claudia Rodríguez, quien tras destacar “la mesura y equilibrio” de su presidente de bloque, “al no manifestarle a sus compañeros que se sintió agraviado”, recriminó que “cuando uno es presidente del Concejo Deliberante de General Pueyrredón tiene que ser mucho más prudente”.
El entuerto con Ciano, pareció zanjarse cuando, desde el estrado presidencial, Maiorano pidió disculpas públicas. Amainando también, los cuestionamientos, contra quien los oficialistas ven como “un sapo que tuvieron que tragar para resolver la situación de acefalía, tras la remoción de Baragiola, sin ser tildados de golpistas”.
Sin embargo, en los umbrales de la sesión preparatoria del próximo periodo de sesiones ordinarias, que se llevará a cabo este miércoles, en la cual se debe ratificar o renovar la mesa directiva del HCD, el presidente de bloque Frente Renovador, Cristian Azcona, volvió a reinstalar en la agenda doméstica, la cuestión de “un cambio en la Presidencia del Concejo Deliberante”, adelantando que su bancada lo estaba evaluando.
En disonancia, el renovador Hernán Alcolea dejaría en claro que “nunca votaría a un concejal pulti-kirchnerista para presidir el HCD, sería votar por mi carcelero”, añadiendo que “la tradición marca que la Presidencia le corresponde al radicalismo por haber ganado la última elección. A mí me da lo mismo que sea Maiorano o cualquier otro concejal del Radicalismo”.
La presidenta del bloque de la UCR, Cristina Coria, aseguró que volverán a postular a Maiorano. El oficialismo habría fracasado en su intento divisionista, tentando a un edil radical que peina canas, y solo podría salir del laberinto, postulando a uno de los suyos, a riesgo de quedar atrapado en un aquelarre.
Si bien algunos corrillos aseguran que “Pulti va a jugar a fondo”, otros sugieren que “no se va a exponer, alegremente en el discurso de apertura del periodo de sesiones ordinarias, en ese supuesto, al filo de las lenguas, apostadas en las bancas” y que “se van a tener que aguantar al “Gordo” en la Presidencia y joderse hasta diciembre, poniéndole fichas a la “banca vacía” de Fiorini”.
Lo cierto es que el rumor de pasillo se debe transitar con mucha precaución y cautela. Pues, parafraseando al filósofo francés René Descartes, Cogito ergo sum, es decir Pienso, luego existo, la única verdad inobjetable e incontrastable, en el ámbito del “small World” del Concejo Deliberante, es el devenir de giros inesperados y situaciones imponderables, donde no todo lo que es parece ni todo lo que parece es…
Roberto Latino Rodríguez
