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Abogada de familia Bello: “Qué Pablo esté muerto le servía a Quiñónez para poder estar con la mujer”

11417749_441512206027347_6135626156277172573_nLo afirmó Verónica López Jalil, abogada de la familia del remisero asesinado Pablo Bello. Luego de la aparición del cadáver del trabajador del volante con un disparo en la nuca el pasado sábado, en una fábrica abandonada emplazada en Ortiz de Zárate y Cerrito. Por su parte, la fiscal de la causa María Isabel Sánchez, decidió cambiar la carátula de la causa y oficializó la misma como “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”. A su vez se informó que suspendió sus vacaciones y atendió a la familia este lunes para continuar con la investigación pertinente.

Liliana, la madre del trabajador del volante nacido en Berazategui, aseveró que “como mamá pasada una semana de la desaparición tenía la seguridad que mi hijo ya no vivía debido a que nunca dejaba de comunicarse con nosotros. Él era muy familiero, hasta cargoso diría”.

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Acto seguido agregó que “más allá de la relación de su ex mujer con otro hombre, jamás pensé que ella le pudiera quitarle la vida a mi hijo. De ella no tengo dudas. Si estoy convencida que Francisco Quiñónes (el amigo de Pablo) sabía lo que le había pasado a mi hijo. Él se instaló de inmediato a vivir con mi ex nuera. Sabría que mi hijo no volvería. Pablo jamás hubiese tolerado una cuestión de este tipo”.

Por su parte la tía de Bello, María, señaló a señal capitalina C5N que “estuve en descuerdo con la investigación desde el primer momento ni bien se hizo la denuncia, a Pablo nunca lo buscaron, por considerarlo un adicto a la cocaína no le prestaron atención necesaria. Igualmente no era un drogadicto perdido, sino que era una persona trabajadora”.  

Con respecto a la causa y a su ex cuñada y la pareja (el amigo de Pablo) sentenció que “esperemos que ahora vayan a fondo con la investigación porque seguimos sosteniendo que Mariana Egea y Francisco Quiñonez sabían que Pablo no iba a volver al domicilio”.

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Asimismo, la abogada de la familia Bello, Verónica López Jalil, señaló que “el día 28 de mayo se allanó la fábrica, hubo orden de allanamiento a raíz el croquis que hizo el amante de la mujer de Pablo hoy pareja de Mariana, quien describió con exactitud el lugar”.

En ese sentido añadió que “nosotros pedimos el día 13 de julio a la fiscal que busquen el cuerpo sin vida de Pablo y que allanen nuevamente la fábrica porque el auto se había hallado en la puerta. Lo más lógico es volver a citarlo a Quiñónez y preguntarle como sabe que podía estar allí, pero cuando llega el allanamiento no encontraron ni una bolsita”.

No obstante, en lo que concierne a las hipótesis sore el caso, la letrada aseguró que “nosotros creemos que muerto le servía a Francisco Quiñónez para poder estar con la mujer, vivo no le servía, es lo que nosotros suponemos ¿Qué puede haber visto de raro un chico que consume droga para que le peguen un tiro en la nuca y lo dejen ahí tirado?”.

Por otra parte, aclaró en la autopsia “el jefe de la morgue nos dijo que el cuerpo no fue plantado recientemente pero que no se descarta la hipótesis que haya sido plantado después del allanamiento”.

Jalil fue contundente al explayarse sobre su la muerte de Bello tendría que ver con un ajuste de cuentas, “en una venta de drogas no le servía a nadie matar a un consumidor como era Pablo. Deja de ser cliente y no te conviene muerto, además la deuda cuanto puede ser….100, 200 pesos. Pablo cuando necesitaba plata llamaba al padre o la madre y le giraban plata por Western Union”.

Finalmente la abogada de la familia Bello descartó: “no creo que la esposa esté metida en esto, no le da el perfil como para planear esto de antemano. No creo que ella esté vinculada con el homicidio”.

 

 

 

 

 

 

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