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A Mora le gusta cantar “Fuiste mía un verano”

“Penal bien pateado es gol”, así de terminante el árbitro Carlos Nai Foino se cubría del error que el costó un campeonato a River, en la década del ´60. El “Tarzán” bostero se adelantó tres metros ante el disparo de Delem desde los once metros, por supuesto que no lo hizo repetir en la “Bombostera”. Recuerdo ese día cómo si fuera hoy, cuando Nai Foino cobró el penal, di un salto (estaba con mi padre – jugador de futbol – escuchando por radio) y me advirtió en el acto: “No festejes, los penales hay que hacerlos, no sólo hay que cobrarlos”. Dos o tres minutos después aquellas palabras inolvidables, sonaban en el medio de mi desconsuelo. Durante muchos años Nai Foino escuchó reclamos en todo el país, por aquel famoso penal ejecutado por Delem. ¿Quién le podía decir algo? Siempre penal bien pateado es gol. Algunos años después, tuve la oportunidad de hablar mucho con Nai Foino, cuando éste ya retirado, era instructor de árbitros en Tandil. Y seguía diciendo lo mismo, “Penal bien pateado es gol”. Esa jugada en la historia de River fue como la mano de Gallo,  Guillermo Nimo dijo que nunca vio, como el marcador de punta de Velez voló de palo a palo, para sacarla con la mano.

 

Esta introducción, es necesaria para saber en qué estaba pensando Rojas, cuando pateó el penal en Mendoza, me dio sensación a miedo escénico. Insólito como la mano de Román con Belgrano. Ahora vamos a la soberbia del “Virrey”, “Vinimos a hacer lo que teníamos que hacer, llevarnos la copa”, dijo con sarcasmo y un tono irónico y sobrador que irrita, pero también provocado por la “picardía” del riojano. Ese penal lo salvó de un desastre mayor, al que tenía el celular de Dios, le hizo más llevadero el verano, lo salvó de un 0 – 3, irreversible. El “loco” que se comieron en Mar del Plata y apabullados en Córdoba, atenuado por la mala decisión de Rojas, el tradicional rival fue mucho menos que el River de Ramón, que comienza a borrar mi escepticismo a fuerza de una demostración de superioridad, que deberá mantener ante cualquier rival, con intensidad y continuidad, tal vez el mayor desafío para el plantel de Ramón y Emiliano.

Pero también hubo, con el mismo tono despectivo, aquello de los tres amistosos en 10 días, “Me parece una estupidez”, “el equipo se prepara para jugar por los puntos y la Copa Libertadores”. Ninguneó a River y ahora está en problemas el hombre de la siesta larga. Fue tan pobre lo suyo que ahora van por un jugador retirado, que cobra $ 8.- por cada billete verde. Que le pidan que baje de su contrato el monto que recaudaron los clubes por los tres amistosos. No vive en Francia, quizás sea progresista con la plata de La Ribera. No me extrañaría.

Puertas adentro esto es una crisis, un papelón. El presidente que está en Qatar debe volver de urgencia, porque el “Topo” que parece que ahora no está vacío, se quiere llenar o forrar, los va a embocar una vez más, porque son “romandependientes”, son como la presidenta, no tienen recambio ni sucesores. Y esto es en la superficie, a mi me da a clima enrarecido, están en un desgaste de un 0 – 3 abajo en diez días, donde quedó en claro que en aptitud y actitud, estuvieron lejos, muy lejos. Esto no es gratuito, es una tormenta que se puede tragar un barco. Fueron muy inferiores, y han tomado conciencia que las noches se vienen más largas, y que el invierno puede extenderse.

Lo de Mora es casi inmejorable. ¿Tal vez otro Luis Cubillas? Hubo uruguayos  que precisamente nunca se destacaron contra el rival de todos los tiempos, un déficit que nunca pudieron pagar. Mora los confunde, entran en pánico, casi hace dos más, se escaparon por muy poco. Trezeguet afilado y afinado, tiene notables toques mágicos, no sé si no estamos para los tres delanteros. Pero los esquemas suelen fallar cuando hay que enfrentar  la especulación y el futbol piquetero. Un exceso de confianza, nos puede hacer quemar la biblioteca de un partido a otro, pero es muy buena esta sensación de optimismo y energía que se transmite, ahora nadie propone el insulto fácil con el destinatario apuntado. Todo aparece como bajo control, pero a River siempre le terminan buscando la vuelta y hay que tener variantes, se complica de manera inesperada y en el momento menos pensado. Apostar a ganador tiene esos riesgos. Por ahora disfrutemos, pensando que lo mejor está por venir.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com

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